La Costa de la Gironda, un oasis de dunas y de manjares en forma de ostras
I. Introducción:
Desde el enorme Estuario de la Gironda, formado por la convergencia de los caudalosos Garona y Dordoña, en dirección sur hasta el municipio de La Teste-de-Buch, se extiende la Costa de la Gironda.Conocida por sus amplísimas playas de arena blanca, por el fuerte oleaje de un vigoroso Oceáno Atlántico, por las intensas ráfagas de viento, por la belleza de sus pueblos pesqueros y por el lujo de sus ciudades balneario, es un litoral que tienes que conocer de primera mano.
A no demasiada distancia de Burdeos, la capital del Departamento de la Gironda y la mayor urbe del suroeste francés, se localiza esta zona costera que atrae a miles de viajeros cada año por otros dos alicientes más: sus deliciosas e inigualables ostras, y la Dune du Pilat, la duna más alta de Europa y el epicentro de uno de los espacios protegidos más visitados del país de vecino. ¿Te lo vas a perder?
El Océano Atlántico con el Banc d'Arguin desde la Dune du Pilat / FUENTE: Archivo propio |
II. Qué ver en la Costa de la Gironda:
8 lugares imprescindibles (los tienes que ver sí o sí): 📷
1. La Teste-de-Buch.
Te propongo comenzar la ruta por la Costa de la Gironda en el municipio costero más al sur de su litoral y fronterizo con el Departamento de las Landas: la Teste-de-Buch.
Esta localidad, sita a unos sesenta kilómetros de Burdeos y que es una de las más grandes en cuanto a superficie de toda Francia, destaca por su estación balnearia de Pyla-Sur-Mer, por sus instalaciones náuticas para practicar todo tipo de actividades acuáticas, por su campo de golf, por su zoológico, pero sobre todo por su espléndida zona marítima. De toda ella, sobresalen dos puntos de enorme atractivo.
En primer lugar, la reserva natural del Banc d'Arguin; se trata de un enorme banco de arena en el Océano Atlántico, que va cambiando de formas por la acción de las mareas y del viento, y que acoge a distintas aves, por lo que goza de una privilegiada fauna.
Y, en segundo lugar, el elemento que seguramente sea el más conocido de todo el litoral de la Gironda: la Dune du Pilat. Con sus 110 metros de altura, aproximadamente, es con diferencia la duna más elevada de Europa. Su hermoso enclave, rodeada por los bosques de Landas y por el Océano Atlántico, sus insuperables vistas del Banc d'Arguin y de Cap Ferret, y ser una de las mecas de la práctica de parapente, hacen de este idílico rincón uno de los más visitados de Francia, el país con mayor afluencia de turistas del mundo. Lugar diferente, imprescindible y más teniendo en cuenta su proximidad geográfica con España.
2. Arcachon.
A escasos cinco kilómetros del centro de La Teste-de-Buch, se ubica Arcachon, otra de las localidades más conocidas del litoral galo. Conocida por ser una renombrada ciudad balneario, cuenta con tal número de atractivos, que será muy difícil que no caigas rendido a sus encantos. Su reputada estación balnearia, sus fastuosas villas de la Belle Époque, su animada zona marítima, su situación privilegiada en la Bahía de Arcachon, y sus vistas de la Île aux Oiseaux -notoria por ser un relevante refugio de aves y por sus cabañas Tchanquées-, te sorprenderán.
Otros de sus puntos de mayor interés son el bello Parque Mauresque, el Observatorio de Sainte-Cécile -desde donde obtendrás unas inmejorables vistas de los alrededores-, la basílica de Notre-Dame -de estilo gótico y que alberga la histórica Capilla de los Marineros-, su importante puerto deportivo, el Musée Aquarium -donde se muestra la fauna marina de la zona-, el majestuoso edificio del Casino de Arcachon y el manantial de agua mineral Les Abatilles.
3. Gujan-Mestras.
A poco más de 11 kilómetros de Arcachon se alza la población de Gujan-Mestras. Menos conocida que la Teste-de-Buch y que Arcachon, es una bella localidad de la Bahía homónima popular por ser el centro de la ostricultura de la región. De hecho, su elemento más atrayente es un museo dedicado al universo de las ostras, la Maison de l'Huître -sobre la que profundizaremos unas líneas más abajo-.
Aparte de ser la cuna de este manjar, cuenta con un importante centro de construcción naval, con un campo de golf, con importantes centros de ocio como la Coccinelle o Aqualand, con la linda iglesia de Saint-Maurice -con su retablo barroco y su notable órgano-, con su agradable litoral y con el Parque de la Chêneraie, con el Canal des Landes como corazón, y que une la Bahía de Arcachon con la ciudad de Bayona.
Si dispones de tiempo suficiente, existen varias poblaciones a las que merece la pena que te acerques. Así, la colindante Teich destaca por el vigor de sus espacios verdes al encontrarse en el centro del Parque Natural Regional de las Landas de Gascuña; Biganos lo hace por sus molinos, sus coloridas cabañas típicas de la región y sus bosques; Audenge, por sus bellas marismas; Lanton, por el Museo Gardarem, que trata de preservar las tradiciones de la Bahía de Arcachon y de la región; Andernos-les-Bains, por su extenso muelle y por sus ruinas galorromanas; mientras que Arès lo hace por su bello frente marítimo.
4. Lège-Cap-Ferret.
Si bordeas la Bahía de Arcachon hacia el norte, a unos cuarenta kilómetros de Gujan-Mestras, toparás con Lège-Cap-Ferret, uno de los municipios con algunos de los parajes más bellos de la vertiente atlántica francesa. Y es que buena parte del mismo se enclava en una península de 25 kilómetros de largo, con cincuenta kilómetros de costa, una parte de ellos en la Bahía de Arcachon y, otra parte, con miras al Océano Atlántico. Es un lugar para disfrutar con calma, especial.
Uno de sus mayores puntos de interés es el Faro de Cap Ferret, cuya visita te recomiendo encarecidamente, sobre todo, por las excepcionales vistas que obtendrás de la Bahía de Arcachon y de la Dune du Pilat desde la distancia. Otro imperdible de esta localidad es la Conche du Mimbeau, un dique de arena natural de 800 metros de largo, y las playas de sus cercanías.
Pero lo que de verdad enamora de esta zona son sus encantadoras y pintorescas urbanizaciones pesqueras que miran hacia la Bahía y que se centran en el cultivo de las ostras, el manjar estrella de este litoral. Ver sus pequeñas y coloreadas cabañas, pasearte por sus callejuelas y degustar ostras a pie de mar son unos caprichos a tu alcance y que deber permitirte. Un sueño hecho realidad.
De todos estos pequeños núcleos poblacionales, mis preferidos son los de Piraillan, Le Canon y L'Herbe. Precisamente en L'Herbe no te olvides de visitar la Capilla de la Villa Algérienne, inspirada en el arte morisco. Una verdadera joya.
Si es posible, pásate también por Le Porge, población muy popular por su balneario y por el naturismo.
Te propongo comenzar la ruta por la Costa de la Gironda en el municipio costero más al sur de su litoral y fronterizo con el Departamento de las Landas: la Teste-de-Buch.
Esta localidad, sita a unos sesenta kilómetros de Burdeos y que es una de las más grandes en cuanto a superficie de toda Francia, destaca por su estación balnearia de Pyla-Sur-Mer, por sus instalaciones náuticas para practicar todo tipo de actividades acuáticas, por su campo de golf, por su zoológico, pero sobre todo por su espléndida zona marítima. De toda ella, sobresalen dos puntos de enorme atractivo.
En primer lugar, la reserva natural del Banc d'Arguin; se trata de un enorme banco de arena en el Océano Atlántico, que va cambiando de formas por la acción de las mareas y del viento, y que acoge a distintas aves, por lo que goza de una privilegiada fauna.
Y, en segundo lugar, el elemento que seguramente sea el más conocido de todo el litoral de la Gironda: la Dune du Pilat. Con sus 110 metros de altura, aproximadamente, es con diferencia la duna más elevada de Europa. Su hermoso enclave, rodeada por los bosques de Landas y por el Océano Atlántico, sus insuperables vistas del Banc d'Arguin y de Cap Ferret, y ser una de las mecas de la práctica de parapente, hacen de este idílico rincón uno de los más visitados de Francia, el país con mayor afluencia de turistas del mundo. Lugar diferente, imprescindible y más teniendo en cuenta su proximidad geográfica con España.
2. Arcachon.
A escasos cinco kilómetros del centro de La Teste-de-Buch, se ubica Arcachon, otra de las localidades más conocidas del litoral galo. Conocida por ser una renombrada ciudad balneario, cuenta con tal número de atractivos, que será muy difícil que no caigas rendido a sus encantos. Su reputada estación balnearia, sus fastuosas villas de la Belle Époque, su animada zona marítima, su situación privilegiada en la Bahía de Arcachon, y sus vistas de la Île aux Oiseaux -notoria por ser un relevante refugio de aves y por sus cabañas Tchanquées-, te sorprenderán.
Otros de sus puntos de mayor interés son el bello Parque Mauresque, el Observatorio de Sainte-Cécile -desde donde obtendrás unas inmejorables vistas de los alrededores-, la basílica de Notre-Dame -de estilo gótico y que alberga la histórica Capilla de los Marineros-, su importante puerto deportivo, el Musée Aquarium -donde se muestra la fauna marina de la zona-, el majestuoso edificio del Casino de Arcachon y el manantial de agua mineral Les Abatilles.
3. Gujan-Mestras.
A poco más de 11 kilómetros de Arcachon se alza la población de Gujan-Mestras. Menos conocida que la Teste-de-Buch y que Arcachon, es una bella localidad de la Bahía homónima popular por ser el centro de la ostricultura de la región. De hecho, su elemento más atrayente es un museo dedicado al universo de las ostras, la Maison de l'Huître -sobre la que profundizaremos unas líneas más abajo-.
Aparte de ser la cuna de este manjar, cuenta con un importante centro de construcción naval, con un campo de golf, con importantes centros de ocio como la Coccinelle o Aqualand, con la linda iglesia de Saint-Maurice -con su retablo barroco y su notable órgano-, con su agradable litoral y con el Parque de la Chêneraie, con el Canal des Landes como corazón, y que une la Bahía de Arcachon con la ciudad de Bayona.
Si dispones de tiempo suficiente, existen varias poblaciones a las que merece la pena que te acerques. Así, la colindante Teich destaca por el vigor de sus espacios verdes al encontrarse en el centro del Parque Natural Regional de las Landas de Gascuña; Biganos lo hace por sus molinos, sus coloridas cabañas típicas de la región y sus bosques; Audenge, por sus bellas marismas; Lanton, por el Museo Gardarem, que trata de preservar las tradiciones de la Bahía de Arcachon y de la región; Andernos-les-Bains, por su extenso muelle y por sus ruinas galorromanas; mientras que Arès lo hace por su bello frente marítimo.
4. Lège-Cap-Ferret.
Si bordeas la Bahía de Arcachon hacia el norte, a unos cuarenta kilómetros de Gujan-Mestras, toparás con Lège-Cap-Ferret, uno de los municipios con algunos de los parajes más bellos de la vertiente atlántica francesa. Y es que buena parte del mismo se enclava en una península de 25 kilómetros de largo, con cincuenta kilómetros de costa, una parte de ellos en la Bahía de Arcachon y, otra parte, con miras al Océano Atlántico. Es un lugar para disfrutar con calma, especial.
Uno de sus mayores puntos de interés es el Faro de Cap Ferret, cuya visita te recomiendo encarecidamente, sobre todo, por las excepcionales vistas que obtendrás de la Bahía de Arcachon y de la Dune du Pilat desde la distancia. Otro imperdible de esta localidad es la Conche du Mimbeau, un dique de arena natural de 800 metros de largo, y las playas de sus cercanías.
Pero lo que de verdad enamora de esta zona son sus encantadoras y pintorescas urbanizaciones pesqueras que miran hacia la Bahía y que se centran en el cultivo de las ostras, el manjar estrella de este litoral. Ver sus pequeñas y coloreadas cabañas, pasearte por sus callejuelas y degustar ostras a pie de mar son unos caprichos a tu alcance y que deber permitirte. Un sueño hecho realidad.
De todos estos pequeños núcleos poblacionales, mis preferidos son los de Piraillan, Le Canon y L'Herbe. Precisamente en L'Herbe no te olvides de visitar la Capilla de la Villa Algérienne, inspirada en el arte morisco. Una verdadera joya.
Si es posible, pásate también por Le Porge, población muy popular por su balneario y por el naturismo.
La urbanización pesquera de L'Herbe en Lège-Cap-Ferret / FUENTE: Archivo propio |
5. Lacanau.
A poco más de 20 kilómetros hacia el norte del centro de Lège-Cap-Ferret se halla el municipio de Lacanau. Se trata de una población de esas que merece ser visitada preferentemente durante la temporada estival. Y es que esta ciudad balneario, con playas de arena fina que parecen no tener fin, con un gran estanque y con frondosos bosques de pinos, resulta tremendamente atractiva y animada durante los meses de verano, que es cuando se revitaliza y se convierte en uno de los lugares más venerados por los surfistas del Viejo Continente.
Si gozas de más tiempo, pásate también por la localidad vecina de Carcans, ideal para la práctica de deportes al aire libre y conocida por compartir con Hourtin el lago de agua dulce más grande de Francia.
Y, si eres un amante del vino, te aconsejo desplazarte unos 30 kilómetros hacia el interior en dirección a Margaux, lugar donde crecen las cepas de algunos de los vinos más reputados tanto de la región como del mundo entero.
6. Hourtin.
Sito a unos 25 kilómetros de Lacanau, Hourtin es otro municipio de parada obligatoria. Sus buques insignia son sus amplias y verdes arboledas -típicas del suroeste galo-, el mencionado Lago de Hourtin -que como mencionábamos antes es el más largo del país vecino con sus 18 kilómetros de largo y sus 5 kilómetros de anchura máxima-, el balneario de Hourtin-Plage -emplazado a orillas del Atlántico y a algo más de diez kilómetros del centro de Hourtin-, y la Reserva Natural Nacional des Dunes et des Marais d'Hourtin -entre el Atlántico y el Lago de Hourtin-.
Si quieres conocer los alrededores de esta localidad, puedes acercarte a la vecina Naujac-Sur-Mer, con sus dunas y kilométricas playas, o adentrarte en el Médoc, donde podrás disfrutar de los viñedos y de las bodegas de poblaciones viticultoras de enorme prestigio internacional como Saint-Julien-Beycheville, Pauillac o Saint-Estèphe.
7. Vendays-Montalivet.
Veinte kilómetros al norte de Hourtin se encuentra la localidad de Vendays-Montalivet. Esta comuna tiene entre otros reclamos, un bello pueblo en el interior y un reconocido balneario en la costa. Es una localidad tranquila durante todo el año, pero que emerge con fuerza durante los meses de verano para convertirse en un centro vacacional de primer orden.
Muy cerquita, si puedes, acércate a las próximas Vensac, con su hermoso litoral, y Grayan-et-l'Hôpital, famosa por su centro de talasoterapia naturista.
8. Soulac-Sur-Mer.
25 kilómetros más arriba de Vendays-Montalivet se enclava Soulac-Sur-Mer, una localidad francesa que cuenta con salida al Océano Atlántico, pero también al Estuario de la Gironda, la confluencia donde se encuentran el Garona y el Dordoña. Es una localidad, por tanto, marcada por el agua, pero también por su arquitectura. De este modo, aparte de amplias playas de arena fina, alberga numerosas villas de la Bélle Époque y una histórica iglesia románica del siglo XII, la iglesia de Notre-Dame-de-la-fin-des-Terres, que por increíble que parezca ha sido enterrada por la arena en distintos momentos de la historia. Además, cuenta con el Musée d'Art et d'Archéologie de Soulac-Sur-Mer, un interesante museo del que daremos más detalle más adelante.
Mi consejo es que guardes algo de tiempo para terminar esta ruta más al norte en Le-Verdon-Sur-Mer, donde las aguas de la Gironda se mezclan con las del Atlántico. Allí, podrás disfrutar de una linda población marítima, y también podrás tomar un ferry para visitar la bella población de Royan, al otro lado de la Gironda, o un barco para visitar el Faro de Cordouan, sito en un islote en la mencionada desembocadura y accesible con marea baja, y que está considerado el faro más antiguo de Europa, puesto que se construyó entre 1584 y 1611. Eso sí, lo negativo es que este popular Faro sólo puede visitarse entre abril y octubre.
A poco más de 20 kilómetros hacia el norte del centro de Lège-Cap-Ferret se halla el municipio de Lacanau. Se trata de una población de esas que merece ser visitada preferentemente durante la temporada estival. Y es que esta ciudad balneario, con playas de arena fina que parecen no tener fin, con un gran estanque y con frondosos bosques de pinos, resulta tremendamente atractiva y animada durante los meses de verano, que es cuando se revitaliza y se convierte en uno de los lugares más venerados por los surfistas del Viejo Continente.
Si gozas de más tiempo, pásate también por la localidad vecina de Carcans, ideal para la práctica de deportes al aire libre y conocida por compartir con Hourtin el lago de agua dulce más grande de Francia.
Y, si eres un amante del vino, te aconsejo desplazarte unos 30 kilómetros hacia el interior en dirección a Margaux, lugar donde crecen las cepas de algunos de los vinos más reputados tanto de la región como del mundo entero.
6. Hourtin.
Sito a unos 25 kilómetros de Lacanau, Hourtin es otro municipio de parada obligatoria. Sus buques insignia son sus amplias y verdes arboledas -típicas del suroeste galo-, el mencionado Lago de Hourtin -que como mencionábamos antes es el más largo del país vecino con sus 18 kilómetros de largo y sus 5 kilómetros de anchura máxima-, el balneario de Hourtin-Plage -emplazado a orillas del Atlántico y a algo más de diez kilómetros del centro de Hourtin-, y la Reserva Natural Nacional des Dunes et des Marais d'Hourtin -entre el Atlántico y el Lago de Hourtin-.
Si quieres conocer los alrededores de esta localidad, puedes acercarte a la vecina Naujac-Sur-Mer, con sus dunas y kilométricas playas, o adentrarte en el Médoc, donde podrás disfrutar de los viñedos y de las bodegas de poblaciones viticultoras de enorme prestigio internacional como Saint-Julien-Beycheville, Pauillac o Saint-Estèphe.
7. Vendays-Montalivet.
Veinte kilómetros al norte de Hourtin se encuentra la localidad de Vendays-Montalivet. Esta comuna tiene entre otros reclamos, un bello pueblo en el interior y un reconocido balneario en la costa. Es una localidad tranquila durante todo el año, pero que emerge con fuerza durante los meses de verano para convertirse en un centro vacacional de primer orden.
Muy cerquita, si puedes, acércate a las próximas Vensac, con su hermoso litoral, y Grayan-et-l'Hôpital, famosa por su centro de talasoterapia naturista.
8. Soulac-Sur-Mer.
25 kilómetros más arriba de Vendays-Montalivet se enclava Soulac-Sur-Mer, una localidad francesa que cuenta con salida al Océano Atlántico, pero también al Estuario de la Gironda, la confluencia donde se encuentran el Garona y el Dordoña. Es una localidad, por tanto, marcada por el agua, pero también por su arquitectura. De este modo, aparte de amplias playas de arena fina, alberga numerosas villas de la Bélle Époque y una histórica iglesia románica del siglo XII, la iglesia de Notre-Dame-de-la-fin-des-Terres, que por increíble que parezca ha sido enterrada por la arena en distintos momentos de la historia. Además, cuenta con el Musée d'Art et d'Archéologie de Soulac-Sur-Mer, un interesante museo del que daremos más detalle más adelante.
Mi consejo es que guardes algo de tiempo para terminar esta ruta más al norte en Le-Verdon-Sur-Mer, donde las aguas de la Gironda se mezclan con las del Atlántico. Allí, podrás disfrutar de una linda población marítima, y también podrás tomar un ferry para visitar la bella población de Royan, al otro lado de la Gironda, o un barco para visitar el Faro de Cordouan, sito en un islote en la mencionada desembocadura y accesible con marea baja, y que está considerado el faro más antiguo de Europa, puesto que se construyó entre 1584 y 1611. Eso sí, lo negativo es que este popular Faro sólo puede visitarse entre abril y octubre.
III. Qué comer en la Costa de la Gironda:
Una comida: 🍲
Las ostras son el producto estrella de esta bella zona.
Un dulce: 🎂
Las Dunes Blanches, una especie de buñuelos hechos con pasta choux, rellenos de una crema pastelera emulsionada con mantequilla y aligerada con nata montada, y espolvoreados por encima con azúcar glas.IV. Qué beber en la Costa de la Gironda:
Una bebida: ☕
El vino. En poblaciones cercanas a la costa se encuentran las bodegas de algunos de los caldos más prestigiosos del mundo. En esta orilla de la Gironda, se encuentran localidades como Margaux, Saint-Julien-Beycheville, Pauillac o Saint-Estèphe. Te encantará cualquier vino que pruebes de estas localidades. Si tinto o blanco, lo dejo en tus manos. Con ambos acertarás.V. Dónde comer en la Costa de la Gironda:
Restaurantes: 🍴
Un restaurante en La Teste-de-Buch: La Co(o)rniche: Sito en Pyla-Sur-Mer, en el municipio de La-Teste-de-Buch, es una maravilla de restaurante. Lo más parecido al paraíso. Con vistas al Océano Atlántico y a la impresionante Dune du Pilat, es un espacio mágico. Los atardeceres desde su terraza deberían ser catalogados Patrimonio de la Humanidad. Además, su cocina es de bandera. Su gran especialidad son los mariscos y pescados.
46 Avenue Louis Gaume, Pyla-Sur-Mer, La Teste-de-Buch.
Precio: €€€€
Un restaurante en Gujan-Mestras: Les Pavois: En un idílico paraje del litoral de Gujan-Mestras y rodeado de agua, se alza este bello restaurante. Su hermosa terraza es ideal para pasar románticas veladas. Cocina platos típicos de la región con especial protagonismo de los productos del mar. Altamente recomendable.
113 Rue du Port de Larros, Gujan-Mestras.
Precio: €€-€€€
Un restaurante en Arcachon: Chez Pierre: En la localidad de Arcachon se emplaza esta auténtica institución de la cocina de la región. Se trata de una brasería con ciertos toques de autor que aúpa a pescados y mariscos a otra dimensión. Sus pescados a la brasa, sus mariscadas y sus ostras son una verdadera oda a los productos del mar. Magnífico. De los restaurantes donde se disfruta comiendo.
1 Boulevard Veyrier-Montagnères, Arcachon.
Precio: €€-€€€
Un restaurante en Lège-Cap-Ferret: L'Escale: Enclavado delante del embarcadero de Bélisaire, en Lège-Cap-Ferret, es uno de los restaurantes más emblemáticos de la Costa de la Gironda. Con más de 50 años de vida, es un auténtico clásico de esta bonita zona costera. Su espléndida terraza con vistas de la Dune du Pilat y su sensacional cocina marinera lo convierten en una apuesta más que segura. Nunca defrauda.
Allée de Bélisaire, Cap-Ferret, Lège-Cap-Ferret.
Precio: €€-€€€
Un restaurante en Lacanau: Le Kayok: Si te gustan los restaurantes en primera línea de mar, disfrutar de bellas puestas de sol y, sobre todo, comer bien, éste es tu lugar. En este establecimiento gozarás tanto si te encantan los pescados y mariscos, como si te gustan los productos del terreno. Uno de sus puntos fuertes son los platos tradicionales de la región. Se encuentra en la playa de Lacanau, en Lacanau-Ocean.
2 Allée Ortal, Lacanau-Océan, Lacanau.
Precio: €€-€€€
Un restaurante en Soulac-Sur-Mer: Restaurant des Pins: Excelente restaurante de cocina tradicional. Es un templo para los amantes de la gastronomía de la Gironda y de los afamados vinos de la región. Restaurante donde comer se eleva a un placer sin igual. Se halla en el Hôtel des Pins, al sur de la localidad de Soulac-Sur-Mer.
92 Boulevard de l'Amélie, Soulac-Sur-Mer.
Precio: €€-€€€
14 Place Jean Hameau, La Teste-de-Buch.
Precio: €€-€€€
Chez Pascal - Pains & Dunes Blanches: Cuando el señor Pascal Lucas abrió su panadería en 2006 en la urbanización de Grand Piquey en Lège-Cap-Ferret, difícilmente pudo ser consciente del éxito que se le avecinaba. Y es que su gran creación, las Dunes Blanches, se han convertido en el dulce por antonomasia de la zona costera de la Gironda, pero también empiezan a ser uno de los más reconocibles en Burdeos. Como puedes imaginar, no puedes marcharte sin probar las Dunes Blanches. Son sublimes. Dispone de otros dos puntos de venta dentro del municipio de Lège-Cap-Ferret y de otro adicional en Burdeos, la capital del Departamento de la Gironda.
46 Route du Cap Ferret, Lège-Cap-Ferret.
Precio: €€-€€€
46 Avenue Louis Gaume, Pyla-Sur-Mer, La Teste-de-Buch.
Precio: €€€€
Un restaurante en Gujan-Mestras: Les Pavois: En un idílico paraje del litoral de Gujan-Mestras y rodeado de agua, se alza este bello restaurante. Su hermosa terraza es ideal para pasar románticas veladas. Cocina platos típicos de la región con especial protagonismo de los productos del mar. Altamente recomendable.
113 Rue du Port de Larros, Gujan-Mestras.
Precio: €€-€€€
Un restaurante en Arcachon: Chez Pierre: En la localidad de Arcachon se emplaza esta auténtica institución de la cocina de la región. Se trata de una brasería con ciertos toques de autor que aúpa a pescados y mariscos a otra dimensión. Sus pescados a la brasa, sus mariscadas y sus ostras son una verdadera oda a los productos del mar. Magnífico. De los restaurantes donde se disfruta comiendo.
1 Boulevard Veyrier-Montagnères, Arcachon.
Precio: €€-€€€
Un restaurante en Lège-Cap-Ferret: L'Escale: Enclavado delante del embarcadero de Bélisaire, en Lège-Cap-Ferret, es uno de los restaurantes más emblemáticos de la Costa de la Gironda. Con más de 50 años de vida, es un auténtico clásico de esta bonita zona costera. Su espléndida terraza con vistas de la Dune du Pilat y su sensacional cocina marinera lo convierten en una apuesta más que segura. Nunca defrauda.
Allée de Bélisaire, Cap-Ferret, Lège-Cap-Ferret.
Precio: €€-€€€
Un restaurante en Lacanau: Le Kayok: Si te gustan los restaurantes en primera línea de mar, disfrutar de bellas puestas de sol y, sobre todo, comer bien, éste es tu lugar. En este establecimiento gozarás tanto si te encantan los pescados y mariscos, como si te gustan los productos del terreno. Uno de sus puntos fuertes son los platos tradicionales de la región. Se encuentra en la playa de Lacanau, en Lacanau-Ocean.
2 Allée Ortal, Lacanau-Océan, Lacanau.
Precio: €€-€€€
Un restaurante en Soulac-Sur-Mer: Restaurant des Pins: Excelente restaurante de cocina tradicional. Es un templo para los amantes de la gastronomía de la Gironda y de los afamados vinos de la región. Restaurante donde comer se eleva a un placer sin igual. Se halla en el Hôtel des Pins, al sur de la localidad de Soulac-Sur-Mer.
92 Boulevard de l'Amélie, Soulac-Sur-Mer.
Precio: €€-€€€
2 templos de dulces: 🍫
Pâtisserie Marquet: Esta pastelería, inaugurada en 1981 y regentada en la actualidad por la cuarta generación de los Marquet, es una de las más populares de la zona. Sus dulces estrella son las Dunettes -conos de pasta de almendras, con piñones y chocolate con leche-, la Dune du Pyla -una creación fría compuesta de helado de biscuit de almendras, con piñones y helado de praliné recubierto de chocolate blanco- y, como no, el dulce estrella de la provincia, los Canelés. Cuenta con otro local en la vecina localidad de Arcachon.14 Place Jean Hameau, La Teste-de-Buch.
Precio: €€-€€€
Chez Pascal - Pains & Dunes Blanches: Cuando el señor Pascal Lucas abrió su panadería en 2006 en la urbanización de Grand Piquey en Lège-Cap-Ferret, difícilmente pudo ser consciente del éxito que se le avecinaba. Y es que su gran creación, las Dunes Blanches, se han convertido en el dulce por antonomasia de la zona costera de la Gironda, pero también empiezan a ser uno de los más reconocibles en Burdeos. Como puedes imaginar, no puedes marcharte sin probar las Dunes Blanches. Son sublimes. Dispone de otros dos puntos de venta dentro del municipio de Lège-Cap-Ferret y de otro adicional en Burdeos, la capital del Departamento de la Gironda.
46 Route du Cap Ferret, Lège-Cap-Ferret.
Precio: €€-€€€
VI. Qué hacer en la Costa de la Gironda:
2 museos imprescindibles: 🎨
Maison de l'Huître: En la localidad de Gujan-Mestras se emplaza la Casa de las Ostras, el mejor lugar para descubrir el mundo de este célebre manjar. Dado que buena parte de la economía de la zona se cimienta en la crianza de las ostras, la mejor manera de conocer su cultura es sin duda visitando este entretenido museo. Muy recomendable.
Rue du Port de Larros, Gujan-Mestras.
Musée d'Art et d'Archéologie de Soulac-Sur-Mer: En el municipio de Soulac-Sur-Mer encontrarás este interesante museo que se basa en dos pilares: en obras de arte de artistas contemporáneos, y en vestigios arqueológicos y procedentes de la fauna. De entre estos últimos, sobresale el esqueleto entero de un elephas antiquus, ancestro de los elefantes. Bastante interesante.
1 Avenue el Burgo de Osma, Soulac-Sur-Mer.
Rue du Port de Larros, Gujan-Mestras.
Musée d'Art et d'Archéologie de Soulac-Sur-Mer: En el municipio de Soulac-Sur-Mer encontrarás este interesante museo que se basa en dos pilares: en obras de arte de artistas contemporáneos, y en vestigios arqueológicos y procedentes de la fauna. De entre estos últimos, sobresale el esqueleto entero de un elephas antiquus, ancestro de los elefantes. Bastante interesante.
1 Avenue el Burgo de Osma, Soulac-Sur-Mer.
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