Zúrich, el motor de la riqueza suiza

I. Introducción:

Emplazada al noreste de Suiza, cercana ya de tierras germanas y austríacas, se alza Zúrich, el motor de la poderosa economía helvética. Sede de los grandes bancos nacionales y de cuantiosas multinacionales de capital extranjero, es una ciudad enormemente atractiva tanto para los inversores como para los turistas.

A orillas del bucólico Lago Zúrich, donde el Río Sihl converge con el Río Limmat y a la vera de los Alpes, la urbe más poblada de Suiza, con más de 400.000 habitantes, exhibe una bella mezcla de ciudad y naturaleza.

Elegida en repetidas ocasiones como la ciudad con mejor calidad de vida del mundo, ostenta un bonito casco histórico a ambos lados del Limmat y cuenta con unas pastelerías dignas de cuentos de hadas. No en vano, es una de las cunas del chocolate. Y es que resulta un auténtico placer conocerla y no sólo para los más golosos.


La Grossmünster y sus alrededores / FUENTE: Archivo propio

II. Qué ver en Zúrich:

8 lugares imprescindibles (los tienes que ver sí o sí): 📷

1. Pavillon Le Corbusier.

A unos 20 minutos del centro, en el distrito de Seefeld, se halla el Pavillon Le Corbusier. Esta singular construcción, que fue el último edificio diseñado por el reputado arquitecto suizo Le Corbusier antes de su muerte, fue completada en 1967 una vez ya fallecido el afamado urbanista helvético. Hoy es sede del Heidi Weber Museum.

En los alrededores del Pavillon Le Corbusier se ubican interesantes rincones, como el Jardín Botánico de la ciudad o el Jardín Chino.

2. Lago Zúrich.

Uno de los mejores lugares para disfrutar del Lago Zúrich es en las inmediaciones del Pavillon Le Corbusier. Así, a su vera se encuentra una amplia área verde que continúa hasta el Puente Quaibrücke. De esa zona, me agradó especialmente el Parque Zürichhorn, un lugar ideal para pasar una tarde, eso sí, cuando el tiempo acompañe. 

En la otra orilla del lago, justo enfrente, se localiza otra bonita área ajardinada, el Strandbad Mythenquai. En cualquier caso, a ambos lados del lago la panorámica es de ensueño.

3.  Opernhaus.

Caminando desde el Pavillon Le Corbusier por la agradable riba del Lago Zúrich en dirección centro, a poco más de un kilómetro de distancia, nos toparemos con una inmensa plaza a mano derecha. Se trata de la Sechseläutenplatz, una enorme y fotografiada plaza que cada diciembre acoge a un interesante mercado navideño, y cuyo máximo emblema es la Opernhaus. La casa de la ópera de Zúrich fue inaugurada en 1891 en sustitución del Teatro Antiguo, que fue víctima de un incendio.

4. Grossmünster.

Si retomamos la marcha en la Opernhaus, y caminamos en dirección al centro por la orilla del Lago Zúrich primero y por el margen del Río Limmat después, a la altura del Puente Münsterbrücke se levanta imponente a mano derecha la Grossmünster. Es importante remarcar, no obstante, que durante este trayecto se pueden tomar unas fotografías de la villa nada despreciables. Volviendo a la Grossmünster, se trata de la catedral de Zúrich. Comenzó su construcción en el siglo XII y es de estilo predominantemente románico si bien cuenta con algunos elementos góticos. Sus dos campanarios gemelos son sin duda alguna uno de los mayores símbolos de la urbe. Por cierto, se puede subir a una de las torres desde se obtienen unas fabulosas vistas de Zúrich.

De los alrededores de la Grossmünster no puedes perderte la Wasserkirche -la conocida como la iglesia del agua-, el Kunsthaus -un museo del que hablaremos más adelante- y el Rathaus -el ayuntamiento de la villa-. Tampoco puedes dejar de caminar por las encantadoras y animadas calles peatonales Niederdorfstrasse y Münstergasse, donde se encuentra el Cabaret Voltaire, lugar donde dicen se inició el Dadaísmo. A mí también me encantaron las pequeñas placitas que me iba encontrando mientras disfrutaba de un agradable paseo. Es una de las zonas que más merecen la pena de Zúrich. 

5. Fraumünster.

Y llega el momento de adentrarse a fondo en el otro margen del curso final del Río Limmat. El sitio ideal para continuar el recorrido es, desde la Grossmünster, cruzando por el Puente Münsterbrücke, para mí el más bello de la ciudad, tanto por sus vistas y el encanto de sus alrededores, como por el puente en sí. En un primer plano desde el puente destaca la figura de la Fraumünster, otra de las iglesias más relevantes de la ciudad. La reconocerás por el color verde de su parte superior. La basílica formaba parte de una abadía, que comenzó a construirse en el siglo IX, de la cual el claustro y los demás edificios -aparte de la iglesia en sí- fueron derribados. Es conocida también por sus vidrieras, siendo alguna de ellas obra de Marc Chagall o de Augusto Giacometti.

De sus alrededores, deberías detener tu mirada en el Stadthaus -al lado de la Fraumünster, edificio de estilo neogótico precioso tanto en su exterior como en su interior- y en la estatua ecuestre de Hans Waldmann -junto al río-.


La Fraumünster junto con el Stadthaus / FUENTE: Archivo propio

6. Bahnhofstrasse.

Dejamos atrás la Fraumünster. Recomiendo tomar la calle Münsterhof y girar la primera a la izquierda por la pequeña Fraumünsterstrasse para acto seguido girar a la derecha por la Poststrasse. Enseguida, cuando nos topemos con infinidad de raíles en los suelos y veamos ya cerca una moderna y céntrica plaza -la Paradeplatz-, habremos dado con nuestro siguiente objetivo: la calle Bahnofstrasse. Se trata de la calle más cara de la ciudad y una de las más emblemáticas, ya que cuenta con las más exclusivas boutiques, restaurantes y chocolaterías. Por fortuna, todavía es gratis pasear y mirar. 

Si se dispone de tiempo, sugeriría caminarla entera hasta la fotografiada Bahnhofplatz -la estación de trenes de Zúrich-, y así encontrar agradables sorpresas como por ejemplo el Pavillon-Skulptur, una curiosa escultura de piedra ideada por el artista helvético Max Bill.

7. Peterskirche.


A poco más de 200 metros tanto de la Fraumünster como de la comercial Bahnhofstrasse emerge otra de las grandes basílicas de la ciudad: la Peterskirche. Esta iglesia, a la que se accede por tranquilas callejuelas, llama la atención sobre todo por el tamaño del reloj de su torre, no en vano sus 8,7 metros de diámetro lo convierten en uno de los relojes murales más grandes del mundo.

8. Lindenhof.

Si a la salida de la Peterskirche tomamos hacia la izquierda la calle Schlüsselgasse, que más adelante se convierte en la calle Strehlgasse y, posteriormente, en la calle Pfalzgasse, llegaremos a Lindenhof. Se trata de un trayecto de unos 150 metros aproximadamente en subida. Pero el pequeño esfuerzo merece la pena. Lindenhof es un parque, mas un parque especial. Y lo que lo hace tan especial son las vistas que se obtienen de la ciudad: espectaculares. Además, como curiosidad, cuenta con fichas gigantes de ajedrez, por si a alguien le apetece jugar una partida.

Mi rincón: 💎

La zona del Museo Rietberg, un lugar donde se respira paz. A destacar el edificio del propio museo, sus exposiciones -dedicadas a arte no europeo-, sus jardines, y la cercana y preciosa iglesia evangélica de Kirche Enge, una auténtica joya desconocida por la mayoría de los turistas.

Las mejores vistas de la ciudad: 👀

Si no tienes tiempo para subir a Üetliberg -se puede acceder en tren o a pie-, desde el mirador de Lidenhof pueden obtenerse unas fotografías fantásticas de la villa.

III. Qué comer en Zúrich:

Una comida: 🍲

Zürcher geschnetzeltes mit rösti, un estofado de carne de ternera con champiñones con fondo de nata líquida y vino blanco, acompañado de una especie de tortilla de patatas al estilo suizo.

Un dulce: 🎂

Cualquier pastel o bollo con chocolate. Pero si tuviera que elegir uno, me quedaría con los hüppen, unos canutillos rellenos del insuperable chocolate suizo.

IV. Qué beber en Zúrich:

Una bebida:

Chocolate caliente.

V. Dónde comer en Zúrich:

4 restaurantes: 🍴

Con vistas: Jules Verne Panoramabar: Próximo a la estación de trenes, entre los dos ríos, brinda desde las alturas unas excelentes vistas de la ciudad y de sus alrededores. Ideal para comer o cenar o simplemente para tomar algo. Muy romántico.
Uraniastrasse 9, Zúrich.
Precio: €€-€€€

Un clásico: Zeughauskeller: Situado en el epicentro del lujo, en una de las grandes calles comerciales de la ciudad, es el restaurante perfecto para degustar la gastronomía local de este cantón suizo. Ofrece raciones abundantes a un precio estándar de la zona. Por algo siempre está abarrotado...

Bahnhofstrasse 28A, Zúrich.
Precio: €€-€€€

El favorito de los locales: Gertrudhof: Restaurante concurrido por locales especializado en comida tradicional suiza. Cada vez más popular entre los turistas, su plato estrella es el cordon bleu, similar a nuestro san jacobo. Los sirven de distintos tamaños, ingredientes y aderezos. Se encuentra más allá del Río Sihl, algo alejado de la zona más turística.
Gertrudstrasse 2, Zúrich.
Precio: €€-€€€

Si echas de menos la comida española: Restaurant Madrid: En los aledaños de la peatonal Niederdorfstrasse, se alza este restaurante especializado en comida tradicional española. Interesante calidad-precio para tratarse de Zúrich. 
Froschaugasse 15, Zúrich.
Precio: €€-€€€

3 templos de dulces: 🍫

Conditorei Schober: Mi pastelería favorita de Zúrich. Ubicada cerca de la Grossmünster, es una visita obligada si te gustan los dulces. El lugar es de ensueño, precioso y elegante. Uno de esos míticos cafés del centro de Europa donde el lujo y el buen hacer van de la mano. Y qué decir de sus tartas...  degustar una de ellas junto con un chocolate caliente ya merecen un viaje. 
Napfgasse 4, Zúrich.
Precio: €€-€€€

Confiserie Sprüngli: Su principal local, sito en una de las principales calles de la ciudad, es uno de los templos mundiales del chocolate. Sus productos elaborados con cacao y sus macarons rellenos -llamados luxemburgerli- son admirados en todo el planeta. Un referente. 
Bahnhofstrasse 21Zúrich.
Precio: €€-€€€ 

Cafe Odeon: En las inmediaciones del Puente Quaibrücke, es uno de esos rincones repletos de historia, con solera. Un clásico de Zúrich frecuentado en su día por personajes tan ilustres como Einstein o Lenin y que hoy en día aún conserva un aura especial. Sitio ideal para tomar un café y un dulce, pero también para comer, cenar o tomar una copa.
Precio: €€-€€€
Limmatquai 2, Zúrich.

VI. Qué hacer en Zúrich:

2 museos imprescindibles: 🎨

Museo del Fútbol Mundial de la FIFA: Si eres amante del deporte rey, éste es tu museo. Y es que tres mil metros cuadrados dedicados al mundo del fútbol dan para mucho. Historia del balompié, juegos interactivos y el trofeo original del Mundial de fútbol de selecciones son algunos de sus reclamos.
Seestrasse 27, Zúrich.

Kunsthaus Zúrich: Excelente museo de arte que contiene obras de autores de la talla de Monet, Picasso o Munch. Alberga una de las colecciones de arte más destacadas de Suiza.

Heimplatz 1, Zúrich.

VII. Excursiones desde Zúrich:

2 excursiones recomendables: 🚌

Lucerna: A unos 50 kilómetros aproximadamente de Zúrich en dirección sur, se encuentra Lucerna, bonita ciudad helvética situada a orillas del Lago de los Cuatro Cantones y rodeada de bucólicas montañas. El Puente de la Capilla, según dicen, el puente de madera más antiguo de Europa, y la villa en sí hacen las delicias de los viajeros más exigentes.

Cataratas del Rin: Partiendo de Zúrich, a más de 40 kilómetros hacia el norte, muy cerca ya de Alemania, una maravilla de la naturaleza se alza ante nosotros: las Cataratas del Rin, una de las más espectaculares del Viejo Continente. Si viajas a Suiza, no lo dudes; visítalas. No te defraudarán.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Perigord Negro, el terruño de los pueblos más encantadores de Francia

Budapest, la perla del Danubio

El Perigord Blanco, un rincón sorprendente alrededor de Périgueux