Ginebra, el vigor de la alta relojería
I. Introducción:
Situada al suroeste de Suiza y fronteriza con Francia, Ginebra es una ciudad afamada por su elevada calidad de vida, por sus exclusivas boutiques y por ser la meca mundial de la alta relojería. Prueba de ello es que carteles publicitarios de marcas de relojes presiden los tejados de los edificios y que uno de los símbolos de la ciudad es un insigne reloj de flores.A orillas del Lago Leman y recorrida por los ríos Ródano y Arve, la segunda ciudad más habitada de Suiza, con casi 200.000 habitantes, respira lujo y seguridad. Por tal motivo y entre otras razones, es conocida como "la ciudad de la paz" y es sede de numerosas organizaciones internacionales.
Ginebra te cautivará. Te encandilará el encanto de su casco antiguo y la belleza de sus espacios naturales. También te sorprenderán rincones menos turísticos y que a buen seguro recordarás para toda la vida. Y es que Ginebra merece una visita.
El Lago Leman con el Jet d'Eau al fondo / FUENTE: Archivo propio |
II. Qué ver en Ginebra:
8 lugares imprescindibles (los tienes que ver sí o sí): 📷
1. Jardín Inglés.
Partiendo del barrio de Mont-Blanc y cruzando por el puente homónimo, lo primero que encontraremos a mano izquierda será el Jardín Inglés. No es un parque cualquiera. A orillas del Lago Leman alberga dos de los iconos de la ciudad: el Monumento Nacional, una estatua de dos mujeres que simboliza la integración de Ginebra en la Conferencia Helvética; y el famoso reloj de flores, que marca la hora vía satélite con precisión suiza.
2. Jet d'Eau.
Es uno de los reclamos de la ciudad. Un potente chorro de agua que emerge del Lago Leman y que puede divisarse desde prácticamente todos los puntos de Ginebra que bordean el lago. No obstante, si quieres verlo en primer plano, puedes aprovechar para acercarte cuando visites el Jardín Inglés, dado que están al lado.
3. Islas sobre el Ródano.
Si seguimos le Promenade du Lac en dirección Ródano, observaremos que dentro del río emergen tres islas conectadas a tierra firme con puentes: la más grande, aparte de restaurantes y lujosas boutiques, como elemento más destacado contiene la Tour de l'Île, una preciosa torre que es lo único que queda de un antiguo castillo del siglo XIII, y una placa que recuerda el paso de Julio César por la ciudad; y dos islas más pequeñas; la primera, con la Cité du Temps, una sala de exposiciones, que entre otras temáticas exhibe relojes Swatch y describe su historia; y la otra isla, mi favorita, es la île de Rousseau, pequeña y bucólica isla en la que se alza una estatua de Rousseau, en honor al célebre ginebrino Jean-Jacques Rousseau.
4. Catedral de Saint-Pierre.
Desde las Islas del Ródano, antes de llegar a la Catedral de Ginebra, pasaremos por algunas de las principales arterias comerciales de la ciudad, como la Rue du Rhône o la Rue de la Croix-d'Or, de precios prohibitivos, pero donde el buen gusto y el lujo van de la mano.
La Catedral de Ginebra, que comenzó a construirse en el siglo XII, sorprende por su pórtico neoclásico y por su eclecticismo arquitectónico. Adoptada por Calvino, uno de los líderes de la Reforma Protestante, como iglesia madre, conserva en su interior una de las sillas por él usadas. Fue declarada Patrimonio Europeo en 2007.
Hemos elegido la Catedral de Saint-Pierre como máximo exponente del casco viejo de la villa, pero todo su centro histórico y sus inmediaciones merecen ser admirados: la Maison Tavel, el Ayuntamiento, el antiguo arsenal, el Temple de la Fusterie, la Place du Bourg-de-Four, el Pasaje Malbuisson, son algunos lugares que no puedes perderte.
Si te gusta caminar, a menos de 1 kilómetro desde la Catedral, te aconsejo que sí o sí te acerques a la Iglesia Ortodoxa Rusa, que data del siglo XIX, y cuyas cúpulas doradas pueden verse desde distintos puntos de la ciudad.
5. Promenade de la Treille.
Cerca de la Place du Bourg-de Four y aún dentro de la Cité, se encuentra la Promenade de la Treille, el paseo más antiguo de Ginebra y que tiene el honor de dar cobijo al banco para sentarse más largo del mundo con 120 metros. Además, ofrece unas vistas interesantes del Parc des Bastions, que se halla delante suyo a menor altura.
6. Parc des Bastions.
El Parc des Bastions es otro imprescindible de cualquier visita a Ginebra. Esta zona verde destaca por acoger a la Universidad de Ginebra, pero sobre todo por acoger a unos tableros de ajedrez gigantes donde los locales se lo pasan en grande moviendo las figuras y haciendo jaque mate, así como por alojar el Muro de los Reformadores, otro de los símbolos de la ciudad: un gran muro de piedra, de cien metros de largo por nueve de alto en el que, entre otras figuras e inscripciones, sobresalen estatuas de cuatro de los pioneros de la Reforma religiosa, Guillaume Farel, Juan Calvino, John Knox y Théodore de Bèze. Su visita es un must.
7. Barrio de Carouge.
En la otra orilla del Río Arve, el otro río de la ciudad, y alejado del centro, se encuentra este singular distrito. El barrio italiano, tal y como es conocido, se muestra como algo diferente, con pequeñas casitas y mucho colorido. La Place du Temple y la Place du Marché son dos de sus lugares destacados. Precisamente en esta plaza cada miércoles se celebra un reputado mercado.
8. Palacio de las Naciones Unidas.
Alejada del centro, a unos 3 kilómetros del Pont du Mont-Blanc, pero en dirección contraria al centro histórico, se encuentra el distrito internacional de Ginebra. En él se halla el Museo de la Cruz Roja, el Parque de Ariana -y su museo- y la sede europea de las Naciones Unidas, de la que destacamos el palacio, el paseo de las banderas y el monumento de la gigante silla con una pata rota, situado delante de dicho paseo, y que simboliza el rechazo a las minas anti-persona. Si se dispone de tiempo, se puede hacer una visita guiada de la sede de Naciones Unidas.
Partiendo del barrio de Mont-Blanc y cruzando por el puente homónimo, lo primero que encontraremos a mano izquierda será el Jardín Inglés. No es un parque cualquiera. A orillas del Lago Leman alberga dos de los iconos de la ciudad: el Monumento Nacional, una estatua de dos mujeres que simboliza la integración de Ginebra en la Conferencia Helvética; y el famoso reloj de flores, que marca la hora vía satélite con precisión suiza.
2. Jet d'Eau.
Es uno de los reclamos de la ciudad. Un potente chorro de agua que emerge del Lago Leman y que puede divisarse desde prácticamente todos los puntos de Ginebra que bordean el lago. No obstante, si quieres verlo en primer plano, puedes aprovechar para acercarte cuando visites el Jardín Inglés, dado que están al lado.
3. Islas sobre el Ródano.
Si seguimos le Promenade du Lac en dirección Ródano, observaremos que dentro del río emergen tres islas conectadas a tierra firme con puentes: la más grande, aparte de restaurantes y lujosas boutiques, como elemento más destacado contiene la Tour de l'Île, una preciosa torre que es lo único que queda de un antiguo castillo del siglo XIII, y una placa que recuerda el paso de Julio César por la ciudad; y dos islas más pequeñas; la primera, con la Cité du Temps, una sala de exposiciones, que entre otras temáticas exhibe relojes Swatch y describe su historia; y la otra isla, mi favorita, es la île de Rousseau, pequeña y bucólica isla en la que se alza una estatua de Rousseau, en honor al célebre ginebrino Jean-Jacques Rousseau.
4. Catedral de Saint-Pierre.
Desde las Islas del Ródano, antes de llegar a la Catedral de Ginebra, pasaremos por algunas de las principales arterias comerciales de la ciudad, como la Rue du Rhône o la Rue de la Croix-d'Or, de precios prohibitivos, pero donde el buen gusto y el lujo van de la mano.
La Catedral de Ginebra, que comenzó a construirse en el siglo XII, sorprende por su pórtico neoclásico y por su eclecticismo arquitectónico. Adoptada por Calvino, uno de los líderes de la Reforma Protestante, como iglesia madre, conserva en su interior una de las sillas por él usadas. Fue declarada Patrimonio Europeo en 2007.
Hemos elegido la Catedral de Saint-Pierre como máximo exponente del casco viejo de la villa, pero todo su centro histórico y sus inmediaciones merecen ser admirados: la Maison Tavel, el Ayuntamiento, el antiguo arsenal, el Temple de la Fusterie, la Place du Bourg-de-Four, el Pasaje Malbuisson, son algunos lugares que no puedes perderte.
Si te gusta caminar, a menos de 1 kilómetro desde la Catedral, te aconsejo que sí o sí te acerques a la Iglesia Ortodoxa Rusa, que data del siglo XIX, y cuyas cúpulas doradas pueden verse desde distintos puntos de la ciudad.
5. Promenade de la Treille.
Cerca de la Place du Bourg-de Four y aún dentro de la Cité, se encuentra la Promenade de la Treille, el paseo más antiguo de Ginebra y que tiene el honor de dar cobijo al banco para sentarse más largo del mundo con 120 metros. Además, ofrece unas vistas interesantes del Parc des Bastions, que se halla delante suyo a menor altura.
6. Parc des Bastions.
El Parc des Bastions es otro imprescindible de cualquier visita a Ginebra. Esta zona verde destaca por acoger a la Universidad de Ginebra, pero sobre todo por acoger a unos tableros de ajedrez gigantes donde los locales se lo pasan en grande moviendo las figuras y haciendo jaque mate, así como por alojar el Muro de los Reformadores, otro de los símbolos de la ciudad: un gran muro de piedra, de cien metros de largo por nueve de alto en el que, entre otras figuras e inscripciones, sobresalen estatuas de cuatro de los pioneros de la Reforma religiosa, Guillaume Farel, Juan Calvino, John Knox y Théodore de Bèze. Su visita es un must.
Parte central del Muro de los Reformadores en el Parc des Bastions / FUENTE: Archivo propio |
En la otra orilla del Río Arve, el otro río de la ciudad, y alejado del centro, se encuentra este singular distrito. El barrio italiano, tal y como es conocido, se muestra como algo diferente, con pequeñas casitas y mucho colorido. La Place du Temple y la Place du Marché son dos de sus lugares destacados. Precisamente en esta plaza cada miércoles se celebra un reputado mercado.
8. Palacio de las Naciones Unidas.
Alejada del centro, a unos 3 kilómetros del Pont du Mont-Blanc, pero en dirección contraria al centro histórico, se encuentra el distrito internacional de Ginebra. En él se halla el Museo de la Cruz Roja, el Parque de Ariana -y su museo- y la sede europea de las Naciones Unidas, de la que destacamos el palacio, el paseo de las banderas y el monumento de la gigante silla con una pata rota, situado delante de dicho paseo, y que simboliza el rechazo a las minas anti-persona. Si se dispone de tiempo, se puede hacer una visita guiada de la sede de Naciones Unidas.
Mi rincón: 💎
Les Grottes. Es una zona en los aledaños de la estación de trenes de Cornavin que poco tiene que ver con el resto de la ciudad. Conocido como el barrio pitufo, es un barrio bohemio que destaca por disponer de una colorida arquitectura inspirada en la obra de Gaudí. Un lugar diferente que no te puedes perder.
Las mejores vistas de la ciudad: 👀
Si se dispone de tiempo, el lugar ideal para ver la ciudad es desde las alturas del Mont-Salève a unos 15 kilómetros de Ginebra. Se puede acceder con transporte público (se debe coger primero un bus y luego un teleférico) debiendo cruzarse la frontera con Francia.
No obstante, a lo largo del Pont du Mont-Blanc también se obtienen unas vistas de postal: se puede divisar tanto el barrio de Mont-Blanc, como el centro de Ginebra, al otro lado del lago. También se tiene una perspectiva ideal del Jet d'Eau, así como de las islas sobre el Ródano.
No obstante, a lo largo del Pont du Mont-Blanc también se obtienen unas vistas de postal: se puede divisar tanto el barrio de Mont-Blanc, como el centro de Ginebra, al otro lado del lago. También se tiene una perspectiva ideal del Jet d'Eau, así como de las islas sobre el Ródano.
III. Qué comer en Ginebra:
Una comida: 🍲
Longeole, una salchicha de cerdo con hinojo, acompañada con patatas en salsa de vino blanco.
Un dulce: 🎂
Tarta de ciruelas.
IV. Qué beber en Ginebra:
Una bebida: ☕Zumo de manzana.
V. Dónde comer en Ginebra:
4 restaurantes: 🍴
Con vistas: La Buvette des Bains: Situado dentro de una mini península sobre el Lago Leman, en el distrito de Mont-Blanc, brinda unas estupendas vistas del lago, del Jet d'Eau y del centro de Ginebra. Su cocina es sencilla, otorgando especial relevancia a los productos del lago y a los platos típicos suizos.
Quai du Mont-Blanc 30, Ginebra.
Precio: €
Un clásico: Restaurant Les Armures: Cerca de la Catedral de Saint-Pierre, se alza este clásico de la ciudad. Restaurante refinado de corte tradicional que sirve los mejores platos de la gastronomía suiza. Frecuentado por famosos, se dice que Bill Clinton siempre lo visita cuando está en Ginebra.
Rue du Puits-Saint-Pierre 1, Ginebra.
Precio: €€-€€€
El favorito de los locales: Chez Boubier Cafe de Paris: Su propuesta es sencilla: un único menú consistente en una ensalada verde, un entrecôte y patatas fritas. Pero no sirven un entrecôte cualquiera, sino con salsa café de París, una salsa con base de mantequilla y diversas especias inventada por el Sr. Boubier en este lugar, próximo a la estación de trenes de Cornavin.
Rue du Mont-Blanc 26, Ginebra.
Precio: €€-€€€
Si echas de menos la comida española: El Faro: También cercano a la estación de trenes de Cornavin, es un restaurante en el que se cocinan con esmero y cariño platos tradicionales españoles. Con más de 35 años a sus espaldas, su especialidad son los pescados y mariscos.
Rue de Fribourg 5, Ginebra.
Precio: €€€€
Rue des Bains 65, Ginebra.
Precio: €€-€€€
Christophe Berger: En el barrio de Plainpalais, próxima al distrito de Carouge, encontramos esta joya, una pastelería donde los chocolates y los pasteles son los protagonistas. Es impagable sentarse y degustar uno de sus dulces acompañado con un chocolate caliente de la casa.
Avenue Henri-Dunant 16, Ginebra.
Precio: €€-€€€
Quai du Mont-Blanc 30, Ginebra.
Precio: €
Un clásico: Restaurant Les Armures: Cerca de la Catedral de Saint-Pierre, se alza este clásico de la ciudad. Restaurante refinado de corte tradicional que sirve los mejores platos de la gastronomía suiza. Frecuentado por famosos, se dice que Bill Clinton siempre lo visita cuando está en Ginebra.
Rue du Puits-Saint-Pierre 1, Ginebra.
Precio: €€-€€€
El favorito de los locales: Chez Boubier Cafe de Paris: Su propuesta es sencilla: un único menú consistente en una ensalada verde, un entrecôte y patatas fritas. Pero no sirven un entrecôte cualquiera, sino con salsa café de París, una salsa con base de mantequilla y diversas especias inventada por el Sr. Boubier en este lugar, próximo a la estación de trenes de Cornavin.
Rue du Mont-Blanc 26, Ginebra.
Precio: €€-€€€
Si echas de menos la comida española: El Faro: También cercano a la estación de trenes de Cornavin, es un restaurante en el que se cocinan con esmero y cariño platos tradicionales españoles. Con más de 35 años a sus espaldas, su especialidad son los pescados y mariscos.
Rue de Fribourg 5, Ginebra.
Precio: €€€€
2 templos de dulces: 🍫
Boulangerie des Bains: Cercana al Museo Patek Philippe, tiene un amplio repertorio de las mejores tartas y pastas suizas. Además de otras muchas distinciones, ha vuelto a ser elegida en 2017 como la mejor panadería de Suiza. Una delicia.Rue des Bains 65, Ginebra.
Precio: €€-€€€
Christophe Berger: En el barrio de Plainpalais, próxima al distrito de Carouge, encontramos esta joya, una pastelería donde los chocolates y los pasteles son los protagonistas. Es impagable sentarse y degustar uno de sus dulces acompañado con un chocolate caliente de la casa.
Avenue Henri-Dunant 16, Ginebra.
Precio: €€-€€€
VI. Qué hacer en Ginebra:
2 museos imprescindibles: 🎨
Museo Patek Philippe: Los aficionados a la relojería disfrutarán en este museo que tiene en exposición un alto número de relojes, muchos de ellos de una belleza inenarrable, dada su antigüedad y maquinaria. En la ciudad de los relojes, su visita es algo más que recomendable.
Rue des Vieux-Grenadiers 7, Ginebra.
Museo de la Cruz Roja: Algo alejado del centro, en el distrito de los organismos internacionales, se halla este museo dedicado a la impagable obra humanitaria del Sr. Dunant, otro ilustre ginebrino. Entre sus tesoros, cuenta con el fichero de la Agencia Internacional de Prisioneros de Guerra (1914-1923), inscrito en el Registro de la Memoria del Mundo de la Unesco.
Avenue de la Paix 17, Ginebra.
Rue des Vieux-Grenadiers 7, Ginebra.
Museo de la Cruz Roja: Algo alejado del centro, en el distrito de los organismos internacionales, se halla este museo dedicado a la impagable obra humanitaria del Sr. Dunant, otro ilustre ginebrino. Entre sus tesoros, cuenta con el fichero de la Agencia Internacional de Prisioneros de Guerra (1914-1923), inscrito en el Registro de la Memoria del Mundo de la Unesco.
Avenue de la Paix 17, Ginebra.
VII. Excursiones desde Ginebra:
2 excursiones recomendables: 🚌
Annecy: A poco más de 40 kilómetros de Ginebra y en territorio francés se encuentra la capital de la Alta Saboya, una pintoresca villa a orillas del Lago de Annecy. Es un lugar de cuento. No tiene precio pasear por las coloridas callejuelas de "la Venecia de los Alpes franceses" y admirar sus canales y su imponente castillo.
Yvoire: También en territorio francés, a menos de 30 kilómetros de Ginebra, se levanta Yvoire un precioso pueblecito de calles empedradas ataviado con motivos florales. Como se encuentra a orillas del Lago Leman, se puede llegar desde Ginebra en barco. Si se dispone de tiempo, es recomendable acercarse también a la cercana Thonon-les-Bains.
Yvoire: También en territorio francés, a menos de 30 kilómetros de Ginebra, se levanta Yvoire un precioso pueblecito de calles empedradas ataviado con motivos florales. Como se encuentra a orillas del Lago Leman, se puede llegar desde Ginebra en barco. Si se dispone de tiempo, es recomendable acercarse también a la cercana Thonon-les-Bains.
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