Praga, un perenne cuento de hadas
I. Introducción:
La capital de la República Checa ha sido, es y será uno de los grandes destinos turísticos del mundo. Ubicada en el centro del país, algo desplazada al noroeste, Praga es uno de esos rincones que debe visitarse sí o sí.Con alrededor de 1.300.000 habitantes, la gran urbe checa y de la región de Bohemia, parece el escenario de un eterno cuento de hadas, un lienzo donde la belleza de su arquitectura es la protagonista, un lugar que genera adicción, al que desearás volver una y otra vez.
Dividida en dos por el Río Moldava, atesora un casco histórico a ambas orillas de dicho corriente fluvial que ha merecido la distinción de Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco. Conocida como 'la ciudad dorada' o 'la ciudad de las cien torres', ofrece unas estampas de ensueño y, por si fuera poco, sirve una de las cervezas más valoradas del mundo. Y, cuando belleza y bebida se unen, el éxito está más que garantizado.
El Barrio de Malá Strana sobre el Río Moldava / FUENTE: Archivo propio |
II. Qué ver en Praga:
8 lugares imprescindibles (los tienes que ver sí o sí): 📷
1. Václavské náměstí (Plaza de Wenceslao).
La Plaza de Wenceslao es uno de los rincones más emblemáticos del Barrio de Nové Město, o sea, de la Ciudad Nueva. Asemejándose más a un gran bulevar que a una plaza, suele ser sede de grandes celebraciones y manifestaciones. Se encuentra presidida en uno de sus extremos por la edificación neoclásica del Museo Nacional de Praga.
De sus alrededores no puedes perderte la Ópera Estatal de Praga, el Museo Mucha, la Sinagoga de Jerusalén, el Palacio de Petschek, el Palacio de Lucerna, el Palacio Adria y el curioso monumento del busto de Franz Kafka en movimiento.
2. Prašná brána (Torre de la Pólvora).
Desde la Plaza de Wenceslao, continuamos por la Avenida Václavské náměstí y giramos a la derecha cuando lleguemos a la calle Na Příkopě. A unos 400 metros se encuentra la Torre de la Pólvora. Se trata de uno de los iconos de Praga y una de las puertas de entrada a la Ciudad Vieja. De estilo gótico, data del siglo XV y debe su nombre a que se utilizó como lugar de custodia de munición. Puede subirse a la Torre para obtener unas nada desdeñables vistas de la villa. Se
encuentra unida mediante un bonito arco a la vecina Casa Municipal de Praga, ejemplo de edificación de estilo Art Nouveau.
De la zona cercana a la Torre de la Pólvora destaco también el Museo del Comunismo, la Plaza de la República y el Palacio de Pachtovský.
3. Staroměstské náměstí (Plaza de la Ciudad Vieja).
La Torre de la Pólvora se halla unida a la Plaza de la Ciudad Vieja por la calle Celetná. Apenas 500 metros separan ambos puntos. Si alguien piensa en Praga, la primera imagen que se le viene a la cabeza es la de la mágica Plaza de la Ciudad Vieja. Es una de las plazas más bellas en las que he estado, un lugar especial, el corazón de la capital de Bohemia. De esos que no se borran nunca de la memoria.
Sus principales monumentos son: la Iglesia de Nuestra Señora de Týn -basílica de estilo gótico tardío que comenzó a construirse en el siglo XIV, y que tiene como parte más representativa sus dos icónicas y famosas torres, que dominan el cielo de Praga-, el Ayuntamiento de la Ciudad Vieja, con su Torre a la que se puede subir para divisar la Ciudad Vieja desde las alturas -y que contiene el Reloj Astronómico de Praga, que data del siglo XV, y que cada hora en punto congrega a numerosos turistas para observar el desfile de las figuritas de los doce apóstoles y de otras cuatro figuras más: la Avaricia, el Turco, la Vanidad y la Muerte-, la Iglesia de San Nicolás -basílica barroca, cuya construcción se inició en el siglo XVII-, y la Estatua de Jan Hus. En Navidades la plaza acoge un pintoresco mercado navideño y los 31 de diciembre las celebraciones por el cambio de año.
De esta parte de Staré Město te aconsejo acercarte a la Casa de Franz Kafka, a la Iglesia de San Jiljí -que data del siglo XIV-, a la Estatua Suspendida de Sigmund Freud, a la Capilla de Belén, -también del siglo XIV-, al Museo de la Cerveza, al Palacio de Cejkovský y a la Rotonda del Encuentro de la Santa Cruz.
4. Barrio de Josefov.
Si desde la Iglesia de San Nicolás, en la Plaza de la Ciudad Vieja, tomamos la calle Maiselova, nos estaremos adentrando en el barrio judío de Praga: Josefov. Es un lugar repleto de historia y cuna de Franz Kafka. Tienes que visitar sí o sí alguna de las seis sinagogas que aún siguen en pie y el Antiguo Cementerio Judío, -que forman parte del Museo Judío, al que aludiremos más adelante-, la célebre Estatua de Franz Kafka, que se halla junto a la Sinagoga Española, y los próximos Rudolfinum y Conservatorio de Praga.
5. Klementinum.
A unos 500 metros de la Sinagoga Pinkas se halla el Klementinum, el segundo complejo arquitectónico más grande de la urbe tras el Castillo de Praga. Para acceder a él desde esta Sinagoga, sugiero ir por la calle Žatecká y luego girar a la derecha por la calle Platnéřská.
La visita al Klementinum es un must. Sus partes más emblemáticas son la Capilla de los Espejos -con un órgano del siglo XVIII que tocó Mozart-, la Sala de los Meridianos -de gran importancia para la astronomía-, la Torre Astronómica -desde la que se puede observar Praga-, y la Biblioteca Barroca -uno de los lugares más especiales de la capital checa-.
En la zona del Klementinum, no dejes de ver tampoco la barroca Iglesia de San Salvador, la también barroca Iglesia de San Clemente, la Iglesia de San Francisco de Asís, la Estatua de Carlos IV en la Plaza de los Caballeros de la Cruz y el Palacio de Colloredo-Mansfeldský, así como pasear por la turística calle Karlova.
6. Puente de Karluv Most (Puente de Carlos).
Precisamente al lado del Klementinum comienza el puente más conocido de la villa y uno de los más bellos de cuantos he visto. El Puente de Carlos, cuya primera piedra se puso en 1357, sirve para conectar la Ciudad Vieja con el Castillo de Praga. Cruzarlo es un verdadero placer. Cuenta con treinta esculturas barrocas, y con una torre gótica en el lado del casco viejo y con otras dos torres góticas en la otra orilla del Río Moldava en el Barrio de Malá Strana. Además, es uno de los mejores lugares para tener una espléndida perspectiva de ambos márgenes del Moldava. No puedes perdértelo.
7. Pražský hrad (Castillo de Praga).
Una vez cruzado el Puente de Carlos arribamos a la otra orilla del Río Moldava. Es un lugar precioso, plagado de innumerables monumentos y de callejuelas medievales; una zona que merece conocerse con calma y a la que dedicar al menos un día entero. De esta área hemos destacado el Castillo de Praga, pero alberga otros muchos rincones con encanto que también os citaremos. Y es que el cuento de hadas está presente a ambos lados del Moldava.
Sito en el Barrio de Hradčany, el Castillo de Praga, que data del siglo IX, es el castillo de su tipología más grande del mundo y se ha erigido en la residencia oficial de los líderes checos desde los tiempos de los Reyes de Bohemia. Accedemos a él por la Plaza Hradcanske. Eso sí, no es un castillo al uso, sino un ingente e incomparable conjunto arquitectónico compuesto por distintas maravillas. De ellas os destaco las siguientes:
Como puede observarse, el patrimonio de la ciudad es inagotable.
8. Tančící dům (Casa Danzante).
De regreso al otro lado del Moldava, te aconsejo acercarte a la Casa Danzante, el icono de la nueva Praga. Obra de Frank Gehry y de Vlado Milunic, evoca la figura de dos bailarines danzando. Culminada su construcción en 1996, rompe por completo con la estética clásica de la ciudad.
En esta parte del Nové Město resultan interesantes también el Teatro Nacional, la Torre del Agua Šítkovská, la Iglesia de San Cirilo y Metodio, y el Monasterio de Emaús.
La Plaza de Wenceslao es uno de los rincones más emblemáticos del Barrio de Nové Město, o sea, de la Ciudad Nueva. Asemejándose más a un gran bulevar que a una plaza, suele ser sede de grandes celebraciones y manifestaciones. Se encuentra presidida en uno de sus extremos por la edificación neoclásica del Museo Nacional de Praga.
De sus alrededores no puedes perderte la Ópera Estatal de Praga, el Museo Mucha, la Sinagoga de Jerusalén, el Palacio de Petschek, el Palacio de Lucerna, el Palacio Adria y el curioso monumento del busto de Franz Kafka en movimiento.
2. Prašná brána (Torre de la Pólvora).
Desde la Plaza de Wenceslao, continuamos por la Avenida Václavské náměstí y giramos a la derecha cuando lleguemos a la calle Na Příkopě. A unos 400 metros se encuentra la Torre de la Pólvora. Se trata de uno de los iconos de Praga y una de las puertas de entrada a la Ciudad Vieja. De estilo gótico, data del siglo XV y debe su nombre a que se utilizó como lugar de custodia de munición. Puede subirse a la Torre para obtener unas nada desdeñables vistas de la villa. Se
encuentra unida mediante un bonito arco a la vecina Casa Municipal de Praga, ejemplo de edificación de estilo Art Nouveau.
De la zona cercana a la Torre de la Pólvora destaco también el Museo del Comunismo, la Plaza de la República y el Palacio de Pachtovský.
3. Staroměstské náměstí (Plaza de la Ciudad Vieja).
La Torre de la Pólvora se halla unida a la Plaza de la Ciudad Vieja por la calle Celetná. Apenas 500 metros separan ambos puntos. Si alguien piensa en Praga, la primera imagen que se le viene a la cabeza es la de la mágica Plaza de la Ciudad Vieja. Es una de las plazas más bellas en las que he estado, un lugar especial, el corazón de la capital de Bohemia. De esos que no se borran nunca de la memoria.
Sus principales monumentos son: la Iglesia de Nuestra Señora de Týn -basílica de estilo gótico tardío que comenzó a construirse en el siglo XIV, y que tiene como parte más representativa sus dos icónicas y famosas torres, que dominan el cielo de Praga-, el Ayuntamiento de la Ciudad Vieja, con su Torre a la que se puede subir para divisar la Ciudad Vieja desde las alturas -y que contiene el Reloj Astronómico de Praga, que data del siglo XV, y que cada hora en punto congrega a numerosos turistas para observar el desfile de las figuritas de los doce apóstoles y de otras cuatro figuras más: la Avaricia, el Turco, la Vanidad y la Muerte-, la Iglesia de San Nicolás -basílica barroca, cuya construcción se inició en el siglo XVII-, y la Estatua de Jan Hus. En Navidades la plaza acoge un pintoresco mercado navideño y los 31 de diciembre las celebraciones por el cambio de año.
De esta parte de Staré Město te aconsejo acercarte a la Casa de Franz Kafka, a la Iglesia de San Jiljí -que data del siglo XIV-, a la Estatua Suspendida de Sigmund Freud, a la Capilla de Belén, -también del siglo XIV-, al Museo de la Cerveza, al Palacio de Cejkovský y a la Rotonda del Encuentro de la Santa Cruz.
La Iglesia de Nuestra Señora de Týn en la Staroměstské náměstí / FUENTE: Archivo propio |
Si desde la Iglesia de San Nicolás, en la Plaza de la Ciudad Vieja, tomamos la calle Maiselova, nos estaremos adentrando en el barrio judío de Praga: Josefov. Es un lugar repleto de historia y cuna de Franz Kafka. Tienes que visitar sí o sí alguna de las seis sinagogas que aún siguen en pie y el Antiguo Cementerio Judío, -que forman parte del Museo Judío, al que aludiremos más adelante-, la célebre Estatua de Franz Kafka, que se halla junto a la Sinagoga Española, y los próximos Rudolfinum y Conservatorio de Praga.
5. Klementinum.
A unos 500 metros de la Sinagoga Pinkas se halla el Klementinum, el segundo complejo arquitectónico más grande de la urbe tras el Castillo de Praga. Para acceder a él desde esta Sinagoga, sugiero ir por la calle Žatecká y luego girar a la derecha por la calle Platnéřská.
La visita al Klementinum es un must. Sus partes más emblemáticas son la Capilla de los Espejos -con un órgano del siglo XVIII que tocó Mozart-, la Sala de los Meridianos -de gran importancia para la astronomía-, la Torre Astronómica -desde la que se puede observar Praga-, y la Biblioteca Barroca -uno de los lugares más especiales de la capital checa-.
En la zona del Klementinum, no dejes de ver tampoco la barroca Iglesia de San Salvador, la también barroca Iglesia de San Clemente, la Iglesia de San Francisco de Asís, la Estatua de Carlos IV en la Plaza de los Caballeros de la Cruz y el Palacio de Colloredo-Mansfeldský, así como pasear por la turística calle Karlova.
6. Puente de Karluv Most (Puente de Carlos).
Precisamente al lado del Klementinum comienza el puente más conocido de la villa y uno de los más bellos de cuantos he visto. El Puente de Carlos, cuya primera piedra se puso en 1357, sirve para conectar la Ciudad Vieja con el Castillo de Praga. Cruzarlo es un verdadero placer. Cuenta con treinta esculturas barrocas, y con una torre gótica en el lado del casco viejo y con otras dos torres góticas en la otra orilla del Río Moldava en el Barrio de Malá Strana. Además, es uno de los mejores lugares para tener una espléndida perspectiva de ambos márgenes del Moldava. No puedes perdértelo.
7. Pražský hrad (Castillo de Praga).
Una vez cruzado el Puente de Carlos arribamos a la otra orilla del Río Moldava. Es un lugar precioso, plagado de innumerables monumentos y de callejuelas medievales; una zona que merece conocerse con calma y a la que dedicar al menos un día entero. De esta área hemos destacado el Castillo de Praga, pero alberga otros muchos rincones con encanto que también os citaremos. Y es que el cuento de hadas está presente a ambos lados del Moldava.
Sito en el Barrio de Hradčany, el Castillo de Praga, que data del siglo IX, es el castillo de su tipología más grande del mundo y se ha erigido en la residencia oficial de los líderes checos desde los tiempos de los Reyes de Bohemia. Accedemos a él por la Plaza Hradcanske. Eso sí, no es un castillo al uso, sino un ingente e incomparable conjunto arquitectónico compuesto por distintas maravillas. De ellas os destaco las siguientes:
- La Catedral de San Vito: Monumental templo gótico del siglo XIV que ha sido lugar de coronación de los Reyes de Bohemia. No puedes perderte las Joyas de la Corona, las vidrieras, las tumbas de San Wenceslao y de San Juan de Nepomuceno, la Puerta Dorada ni dejar de subir a su torre.
- El Callejón de Oro: Famosa callecita con casitas de colores del siglo XVI donde Franz Kafka residió durante una temporada.
- El Convento de San Jorge: Levantado el año 973, alberga la Galería Nacional de Praga y sus colecciones pictóricas del siglo XIX.
- La Basílica de San Jorge: Adyacente al Convento, esta basílica barroca de colores llamativos se construyó en 920.
- El Antiguo Palacio Real: Cobijó a los Reyes de Bohemia desde el siglo XII y, en la actualidad, es sede de las oficinas del Presidente de la República Checa. Del Palacio tienes que ver la Habitación Verde, la Sala Ladislao y la Sala de la Dieta.
- La Torre Daliborka: Antigua prisión del Castillo de Praga.
- La Torre Negra: Del siglo XII, se encuentra junto al Palacio de Lobkowicz.
- El Palacio de Lobkowitz: Palacio barroco propiedad de la familia Lobkowicz.
- La Torre Blanca: Fue utilizada como prisión de nobles.
- Torre Mihulka: Construida en el siglo XV, sirvió de almacén de pólvora.
- El Palacio Rosenberg: Palacio renacentista del siglo XVI.
- Los Viñedos de San Wenceslao: Viñedos reconstruidos con excelentes vistas de la villa.
Como puede observarse, el patrimonio de la ciudad es inagotable.
8. Tančící dům (Casa Danzante).
De regreso al otro lado del Moldava, te aconsejo acercarte a la Casa Danzante, el icono de la nueva Praga. Obra de Frank Gehry y de Vlado Milunic, evoca la figura de dos bailarines danzando. Culminada su construcción en 1996, rompe por completo con la estética clásica de la ciudad.
En esta parte del Nové Město resultan interesantes también el Teatro Nacional, la Torre del Agua Šítkovská, la Iglesia de San Cirilo y Metodio, y el Monasterio de Emaús.
Mi rincón: 💎
Cualquiera de las islas sobre el Río Moldava te cautivarán: la Isla de Štvanice -con instalaciones deportivas de relevancia, como la pista de patinaje, una piscina municipal o canchas de tenis-; mi favorita, la Isla de Kampa -una de las islas urbanas más conocidas de Europa, con el Molino del Gran Prior, el Puente de los Candados o la calle más estrecha del mundo, la Vinarna Certovka-; la Isla de Dětský -con una estatua alegórica del río Moldava y sus afluentes, y un parque infantil-; y la Isla de Slovanský -con el Palacio neorrenacentista de Žofín, un trenecito para niños y la posibilidad de arrendar barcas-.
Las mejores vistas de la ciudad: 👀
Desde la Petřínská rozhledna se obtienen unas vistas increíbles de toda la urbe. A dicha Torre de Petrin, construida imitando a la parisina Torre Eiffel, se puede acceder mediante funicular o andando si no tienes miedo a caminatas en subida.
III. Qué comer en Praga:
Una comida: 🍲
El koleno (codillo de cerdo), crujiente por fuera y jugosísimo por dentro, acompañado de los knedlíky, bolas de harina a base de patatas o de pan rallado.Un dulce: 🎂
Kremrole, una especie de rollo azucarado relleno de crema.IV. Qué beber en Praga:
Una bebida: ☕
La cerveza. Praga es un paraíso para los amantes de esta bebida. Si quieres probar una cerveza elaborada en la capital checa, te recomiendo la afamada Staropramen, de tipo pilsen, que es una auténtica delicia.V. Dónde comer en Praga:
4 restaurantes: 🍴
Con vistas: Kampa Park: Emplazado en la Isla de Kampa en el Río Moldava, obsequia a sus comensales con unas vistas de ensueño del Puente de Karluv Most y del casco viejo. Su cocina internacional y su amplia bodega combinadas con su privilegiada ubicación, hacen de este restaurante un sueño hecho realidad.
Na Kampe 8b, Praga.
Precio: €€€€
Un clásico: Cafe Imperial: Se trata de uno de los establecimientos más emblemáticos de la ciudad. Próximo a la Estación de Florenc, es un clásico de siempre pero más de moda que nunca. La decoración del local y sus postres te harán volver una y otra vez, si bien te anticipo que no es tarea fácil encontrar sitio dada su popularidad.
Na Porící 15, Praga.
Precio: €€-€€€
El favorito de los locales: Konvikt: Mi gran descubrimiento. Me dejé guiar por la intuición y por el ambiente que parecía respirarse, y acerté. Hasta los topes de gente local, sirve cocina tradicional checa -su codillo de cerdo es memorable- maridada con la deliciosa cerveza checa Pilsner Urquell. Me explicó una de las camareras, en un correcto castellano, que el local ha sido incluido en distintas rutas de la cerveza. Se encuentra en la zona de Müstek.
Bartolomějská 11, Praga.
Precio: €
Si echas de menos la comida española: El Centro: En el Barrio de Malá Strana podemos encontrar este restaurante especializado en cocina española de toda la vida. Como curiosidad, también cocina platos tradicionales de Guatemala.
Maltézské náměstí 293/9, Praga.
Precio: €€-€€€
Milady Horákové, 56, Praga.
Precio: €€-€€€
Cafe Savoy: Este clásico de Praga se emplaza muy cerca del Río Moldava en la zona de Malá Strana. La espectacular y elegante decoración de su interior y su tradicional y afamada repostería lo convierten en una apuesta segura. También da con tino comidas y cenas.
Vítězná 124/5, Praga.
Precio: €€-€€€
Cafe Louvre: Sito en una de las grandes avenidas de la capital checa, entre la Plaza de Wenceslao y el Teatro Nacional, su atmósfera recuerda a los clásicos cafés austriacos. Frecuentado en su día por Franz Kafka y por Albert Einstein, sirve unos estupendos dulces, y comidas y cenas a precios nada desorbitados.
Narodni 1987/22, Praga.
Precio: €€-€€€
Na Kampe 8b, Praga.
Precio: €€€€
Un clásico: Cafe Imperial: Se trata de uno de los establecimientos más emblemáticos de la ciudad. Próximo a la Estación de Florenc, es un clásico de siempre pero más de moda que nunca. La decoración del local y sus postres te harán volver una y otra vez, si bien te anticipo que no es tarea fácil encontrar sitio dada su popularidad.
Na Porící 15, Praga.
Precio: €€-€€€
El favorito de los locales: Konvikt: Mi gran descubrimiento. Me dejé guiar por la intuición y por el ambiente que parecía respirarse, y acerté. Hasta los topes de gente local, sirve cocina tradicional checa -su codillo de cerdo es memorable- maridada con la deliciosa cerveza checa Pilsner Urquell. Me explicó una de las camareras, en un correcto castellano, que el local ha sido incluido en distintas rutas de la cerveza. Se encuentra en la zona de Müstek.
Bartolomějská 11, Praga.
Precio: €
Si echas de menos la comida española: El Centro: En el Barrio de Malá Strana podemos encontrar este restaurante especializado en cocina española de toda la vida. Como curiosidad, también cocina platos tradicionales de Guatemala.
Maltézské náměstí 293/9, Praga.
Precio: €€-€€€
3 templos de dulces: 🍫
Erhartova Cukrárna: Esta cafetería/pastelería cuenta con dos locales. Yo fui al que se halla en el distrito 7 de Praga. Se encuentra, por tanto, alejado del centro, pero su visita vale la pena. Nutre a sus clientes de generosas porciones de dulces tradicionales tanto checos como internacionales. Muy recomendable.Milady Horákové, 56, Praga.
Precio: €€-€€€
Cafe Savoy: Este clásico de Praga se emplaza muy cerca del Río Moldava en la zona de Malá Strana. La espectacular y elegante decoración de su interior y su tradicional y afamada repostería lo convierten en una apuesta segura. También da con tino comidas y cenas.
Vítězná 124/5, Praga.
Precio: €€-€€€
Cafe Louvre: Sito en una de las grandes avenidas de la capital checa, entre la Plaza de Wenceslao y el Teatro Nacional, su atmósfera recuerda a los clásicos cafés austriacos. Frecuentado en su día por Franz Kafka y por Albert Einstein, sirve unos estupendos dulces, y comidas y cenas a precios nada desorbitados.
Narodni 1987/22, Praga.
Precio: €€-€€€
VI. Qué hacer en Praga:
2 museos imprescindibles: 🎨
Museo Nacional de Praga: El Národní Muzeum se ubica en un espectacular palacio neorenacentista, cuyos exteriores e interior ya merecen de por sí una visita. Alberga unas más que reseñables exposiciones sobre prehistoria, paleontología, antropología y zoología. Es uno de los grandes museos de la capital checa.
Václavské náměstí 68, Praga.
Museo Judío: Para mí su visita es un must. Es de aquellos museos que te marcan. El Museo Judío comprende la entrada a las siguientes instalaciones, cuya visita recomiendo encarecidamente, en pleno corazón del barrio judío:
Maiselova 15, Praga (centro de información y reservas).
Václavské náměstí 68, Praga.
Museo Judío: Para mí su visita es un must. Es de aquellos museos que te marcan. El Museo Judío comprende la entrada a las siguientes instalaciones, cuya visita recomiendo encarecidamente, en pleno corazón del barrio judío:
- Sinagoga Maisel (Maiselova 10, Praga): Alberga una exposición sobre la historia de los judíos en las regiones de Bohemia y Moravia, exhibiendo un cuantioso número de objetos de su día a día. Data del siglo XVI, si bien fue reconstruida tras un incendio en 1689.
- Sinagoga Española (Vězeňská 1, Praga): También contiene una exposición sobre la historia de los judíos en las regiones de Bohemia y Moravia y una colección de objetos de plata. De estilo morisco, data del siglo XIX.
- Galería Robert Guttmann (U Staré školy 3, Praga): Cobija arte de temática judía.
- Sinagoga Klaus (U Starého hřbitova 3a, Praga): La sinagoga más grande del barrio judío de Praga muestra temática relativa a la vida cotidiana de las familias judías y una colección de dibujos hechos por niños en el Campo de Concentración de Terezin. Se construyó en el siglo XVII.
- Sala de Ceremonias (U Starého hřbitova 3a, Praga): Levantada en la segunda década del siglo XX, acoge una exposición sobre enfermedades y remedios medicinales entre la población judía, y sobre su vida desde el nacimiento hasta la muerte.
- Sinagoga Pinkas (Široká 23/3, Praga): Recoge un memorial en honor a las víctimas del holocausto y también una colección de dibujos hechos por niños en el Campo de Concentración de Terezin. Fue edificada el siglo XV.
- Antiguo Cementerio Judío (Široká, Praga): Sobrecogedor cementerio de judíos fallecidos entre los siglos XV y XVIII.
Maiselova 15, Praga (centro de información y reservas).
VII. Excursiones desde Praga:
2 excursiones recomendables: 🚌
Kutná Hora: A unos 70 kilómetros de Praga en dirección este se alza Kutná Hora, una población de la Bohemia Central que te enamorará. Su espectacular casco antiguo fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Y es que la villa atesora unas calles medievales de ensueño y monumentos tan espectaculares como la Iglesia de Santa Bárbara -una de las más relevantes muestras de estilo gótico de Europa Central-, la monumental Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora y San Juan el Bautista -popularmente conocida como la Catedral de Nuestra Señora de Sedlec-, o el Osario de Sedlec.
Karlovy Vary: Sita unos 120 kilómetros al oeste de la capital checa, Karlovy Vary es una linda ciudad balneario de Bohemia. Conocida por sus géiseres y por sus fuentes termales, es una localidad histórica que merece la pena conocer.
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