Bratislava, la bella eclipsada por las otras joyas del Danubio

I. Introducción:

Sita al oeste de Eslovaquia, Bratislava es un tesoro que suele pasar desapercibido para la mayoría de viajeros ávidos de conocer la Europa Central. Tiene indudables encantos, pero vive eclipsada por otras joyas del Danubio, como Viena o Budapest.

La capital de Eslovaquia, al encontrarse a orillas del caudaloso Danubio, es un importante puerto fluvial con un especial encanto. Su pasado como parte del Reino de Hungría hasta 1918 y como parte de Checoslovaquia hasta 1993, y su posterior adhesión a la Unión Europea dotan a la antigua ciudad de Presburgo de un hermoso eclecticismo. 

Con algo menos de 500.000 habitantes, y fronteriza con Austria y Hungría, su histórico pasado y su prometedor presente hacen de Bratislava un destino ideal para perderte por sus hermosos rincones, para pasear por sus calles estrechas flanqueadas por lindas casas de colores, para sorprenderte con sus divertidas estatuas de bronce, para gozar de su aroma medieval y para mucho más. Y es que no me cabe ninguna duda. Bratislava merece un reconocimiento como centro turístico de primer orden.


El Castillo de Bratislava / FUENTE: Archivo propio

II. Qué ver en Bratislava:

8 lugares imprescindibles (los tienes que ver sí o sí): 📷

1. Hlavné Námestie.

Es el centro neurálgico de la parte histórica de la villa; su corazón, lo que podríamos considerar como su plaza mayor. Es un lugar siempre repleto de gente y en cuyos alrededores se halla la mayor oferta gastronómica de la ciudad. Uno de sus mayores puntos de interés es la Rolandova Fontána, la Fuente de Maximiliano, en honor del primer emperador coronado en Bratislava y que ocupa un lugar central de la misma. En un espacio donde las estatuas brillan con luz propia, otro elemento a reseñar son las estatuas de bronce de un soldado napoleónico y de un soldado en una garita. También son excelentes algunos de los palacios que flanquean la plaza, como el Palác Uhorskej Eskontnej a Zmenárenskej Banky, el  Palugyayov Palác, el Jesenákov Palác, el Miestodržiteľský Palác y el Kutscherfeldov Palác. 

Si bien, la joya de la corona es el edificio del Stará Radnica, del Ayuntamiento Viejo, que data del siglo XIV, pero que ha sido reconstruido en diversas ocasiones. De sus exteriores, te llamarán la atención los coloridos azulejos de sus tejados y la imponente torre que exhibe un reloj. De sus interiores, te aconsejo que te pases por su bonito y tranquilo patio, que subas a la torre del reloj para tener una interesante panorámica de la ciudad y que visites el Múzeum Mesta Bratislavy, el Museo de la Ciudad de Bratislava, del que hablaremos unas líneas más abajo

A destacar también que esta plaza en verano suele ser hogar de mercados de comida y de artesanías, mientras que en diciembre suele acoger un animado mercado navideño.

Además, haz un hueco para ver algunas de las joyas cercanas a la principal plaza de la villa: las más relevantes de ellas son la iglesia de Kostol Najsv. Spasiteľa -la iglesia de los Jesuitas-la Galéria Nedbalka -museo sobre el que profundizaremos más abajo-, el Primaciálny Palác -el Palacio del Primado, una majestuosa e histórica construcción de finales del siglo XVIII de estilo clasicista y notoria por ser el lugar donde se firmó el Tratado de Presburgo en 1805 entre Francia y Austria-, el edificio de la Slovenská Filharmónia -la Orquesta Filarmónica Eslovaca-, la comercial calle de Laurinská, y la impresionante Plaza Hviezdoslavovo Námestie -de forma rectangular, que se halla presidida por el primer edificio del Slovenské Národné Divadlo, esto es, el Antiguo Teatro Nacional Eslovaco, impresionante edificio neorrenacentista del siglo XIX, en cuya entrada verás la fuente de Galímedes, que describe el secuestro del príncipe mitológico en el Olimpo; otros elementos interesantes de la plaza son la Kernov Dom y la Estatua de Hans Christian Andersen-.

2. Modrý Kostolík.

A unos 900 metros, aproximadamente, de la 
Hlavné Námestie, se alza uno de los monumentos más sorprendentes de Bratislava. A veces olvidada por lo viajeros por no encontrarse en pleno centro histórico de la ciudad, es una bella iglesia levantada entre 1909 y 1913 en estilo Art Nouveau húngaro, obra del arquitecto magiar Ödon Lechner. Sus colores azulados tanto de la fachada como de sus interiores la hacen enormemente especial. En mi opinión, su visita es un must.

De las zonas próximas, no puedes perderte la arquitectura del vecino Instituto Gamča -con sus colores amarillentos y de estilo Art Nouveau húngaro, también obra de Ödon Lechner-, la Socha Milana Rastislava Štefánika -imponente estatua en honor de Milan Ratislav Štefánik, célebre político y militar eslovaco-, otro de los edificios del Slovenské Národné Divadlo -la edificación más reciente del Teatro Nacional Eslovaco, que data de 2007 y que se alza a orillas del Danubio-, la Kačacia Fontána -conocida como la fuente del pato, es una de las más bellas de la villa-, el SNM-Prírodovedné Múzeum -el Museo de Historia Natural de la ciudad-, y la Slovenská Národná Galéria -la Galería Nacional Eslovaca-.


La peculiar iglesia azul de Modrý Kostolík / FUENTE: Archivo propio
3. Čumil.

Uno de los grandes atractivos del centro histórico de Bratislava, son las sorprendentes estatuas de bronce que lo habitan. Le dan a la villa un aire distinto, un aroma propio. Y se encuentran donde menos te lo esperas, en lugares insospechados. De ahí, la sorpresa para los viajeros. De todas ellas, probablemente, la más notoria sea la de Čumil, la estatua de un simpático trabajador que asoma por una alcantarilla. 

Pero hay otras muchas también muy divertidas, como la de Schöne Náci -la del Sr. Ignaz saludando a las damas levantando su sombrero de copa, sita delante del Kaffee Mayer-, la de un soldado napoleónico apoyado sobre un banco -localizada en la Plaza Hlavné Námestie-, la de un soldado en una garita -también en la Plaza Hlavné Námestie-, la del escritor de cuentos Hans Christian Andersen -en la PlazHviezdoslavovo Námestie-, o la de un paparazzi tomando una fotografía -antes sita en el cruce de las calles Laurinská y Radnicná, pero que en la actualidad se halla dentro del restaurante panorámico UFO, si bien el Ayuntamiento de la ciudad está negociando su retorno a su emplazamiento original-.

4. Katedrála Svätého Martina.

La Catedral de San Martín es una basílica gótica del siglo XV de enorme relevancia histórica. Así, entre 1563 y 1830 fue el templo de coronación de los monarcas del Reino de Hungría. El elemento más destacado de sus exteriores es una gran torre de 85 metros de altura con una réplica dorada de la Corona de San Esteban en su cúspide como signo de que este templo fue el lugar de coronación de reyes. De su interior, resultan especialmente significativos la capilla de San Juan el Limosnero, con los restos del santo, y el retablo de la capilla de Santa Ana. Como la basílica se edificó sobre un antiguo cementerio, otro de los puntos de mayor interés de la Catedral son sus criptas, donde yacen los cadáveres de varios obispos.

De las zonas aledañas a la Catedral, no te vayas de Bratislava sin acercarte al Puente Most SNP -el más conocido de la ciudad-, a la Morový Stĺp -una columna en memoria de una epidemia que asoló Bratislava en 1713-, al Bibiana Medzinárodný Dom Umenia Pre Deti -un entretenido museo infantil-, al edificio del Divadlo Bratislavský Gašparko, a la iglesia de Chrám sv.Mikuláša -bonito templo ortodoxo-, a los palacios Zichy Palác y Pálfiho Palác, al Múzeum Zidovskej Kultúry -museo de cultura judía-, a la iglesia de Kostol Klarisiek y, sobre todo, a las murallas de la ciudad, y a la Dom U Dobrého Pastiera -conocida como la Casa del Buen Pastor, es un estrecho edificio de color amarillento que se erige en una sensacional muestra de construcción rococó del siglo XVIII y que en su interior alberga el Múzeum Hodín, un museo sobre el mundo de los relojes-, y pasea por las tranquilas callejuelas de Kapitulská, Farská y Prepoštská y por la más comercial calle de Panská.

5. Bratislavskí Hrad.

El Castillo de Bratislava es seguramente la construcción más conocida de la ciudad y, por tanto, uno de sus grandes emblemas. Levantado por vez primera en el siglo IX, fue posteriormente reconstruido en diversas ocasiones, habiendo adoptado su icónica estructura actual, de planta cúbica y con una torre en cada una de sus cuatro esquinas, durante el siglo XVIII. Su última gran reconstrucción, respetando la estructura del siglo XVIII, se produjo en la década de los cincuenta del siglo XX. Dada la pertenencia de la ciudad a Hungría durante una larga etapa, el Castillo fue residencia en distintas épocas de los reyes del país magiar. 

Edificado sobre una colina, el Castillo ocupa una posición de dominio sobre el Río Danubio y sobre los alrededores, por lo que las vistas desde sus inmediaciones son de película. Rincón muy agradable, que cuenta también con unos hermosos jardines, y que merece ser disfrutado con tranquilidad. Si tienes tiempo, puedes ver las exposiciones del Museo Nacional Eslovaco, que se encuentra en los interiores del Castillo.

En el interesante camino de acceso hasta el Castillo, te encantará la Žigmundova Brána -una bien conservada puerta en la fortificación-, y la Socha Svätopluka -una linda estatua ecuestre de bronce-.

6. Michalská Brána.

La Puerta de San Miguel es una de las edificaciones más emblemáticas de la antigua ciudad de Presburgo. Se trata de una de las puertas de entrada al casco viejo de Bratislava y que formaba parte de las robustas murallas que protegían a esta histórica capital medieval. Esta Puerta, que data del siglo XIV, se encuentra perfectamente conservada, si bien ha sido reconstruida en diversas ocasiones dotándose de un acentuado estilo barroco en el siglo XVIII. 


Reconocerás este icónico rincón porque se halla coronado por una torre en forma de cebolla con una Estatua de San Miguel en su cima y que ostenta una altura de 53 metros. En la actualidad, alberga una exposición de armas del Museo de la Ciudad de Bratislava. Si subes a la torre, tendrás la oportunidad de gozar de unas excelentes vistas de la parte vieja de la villa. 

Como dato curioso, cuando pases por debajo de la Puerta de San Miguel echa un vistazo al suelo, ya que tal y como indica un círculo de metal, se trata del kilómetro cero para medir las distancias en Eslovaquia.

A su lado, te encantará el Puente de San Miguel, construido sobre un falso foso, y que recuerda a muy pequeña escala al Puente de Carlos de Praga. 

En las cercanías de la Puerta de San Miguel, detente ante la iglesia de Kostol sv. Štefana -conocida como la iglesia de los Capuchinos, es una basílica construida en honor de San Esteban, primer rey de Hungría, y que se emplaza en una plaza donde se levanta un monumento en forma de columna en honor de los muertos por la epidemia de peste que asoló la ciudad-, la Vysoká Skola Muzických Umení -la Academia de Artes de Bratislava-, la Catedral de Kostol sv. Jána z Mathy -la Catedral de San Juan de Mata y San Félix de Valois, o simplemente iglesia Trinitaria, es un templo católico del siglo XVIII considerado como uno de los mejores ejemplos de edificio barroco de la ciudad y cuyo interior es sumamente bello-, y la iglesia de Kostol Zvestovania -la iglesia de San Francisco, que se levantó en el siglo XIII y se la considera la más antigua de la villa-.

7. Grasalkovičov Palác.

El Palacio de Grassalkovich es una enorme construcción edificada en 1760 y que en la actualidad es la residencia oficial del presidente de Eslovaquia. De estilos barroco tardío y rococó, cuenta con numerosas estancias, pero destaca de todas ellas su capilla, decorada con frescos de Joseph Von Pichler. Como curiosidad, el Palacio fue en el pasado el centro musical de la villa y, por ello, el lugar elegido por Joseph Haydn para estrenar alguna de sus obras. Delante de su puerta principal se halla en la actualidad el Planéta Mieru, una linda fuente con un globo terráqueo como oda a la paz. Además, los jardines del Palacio, los Prezidentská Záhrada, de enorme belleza y estilo francés, también merecen una visita. 

De los alrededores, sobresalen el vecino Letný Arcibiskupský Palác -el majestuoso antiguo palacio de verano del arzobispo, de estilo rococó y que en la actualidad se destina a oficinas del gobierno eslovaco-, el Múzeum Dopravy -el museo tecnológico de transporte-, el Divadlo Nová Scéna -renombrado teatro-, el Medická záhrada -parque ideal para relajarse-, la Fontána Družba -hermosa fuente, pero que lamentablemente no se encuentra en su mejor momento de conservación-.

8. Slavín.

Alejado del casco viejo y a un kilómetro y medio de distancia del Grasalkovičov Palác -puedes ir también en bus, aunque también tendrás que caminar unos setecientos metros-, se encuentra este monumento y cementerio militar. Sito en una colina en un barrio residencial repleto de embajadas y de mansiones, se construyó en honor de los soldados del ejército soviético caídos durante la Segunda Guerra Mundial cuando trataban de liberar Bratislava de las milicias de ocupación pertenecientes al ejército alemán. 

El cementerio, donde se hallan enterrados más de 6.800 cadáveres, cuenta como elementos más destacados con una enorme escalinata, tumbas colectivas e individuales, diversas estatuas conmemorativas y un gigante obelisco de 40 metros de altura con una escultura de 11 metros de un soldado soviético en su cúspide. Y, por si fuera poco, es un lugar desde el que se obtienen unas formidables vistas de Bratislava. Muy recomendable.

Mi rincón: 💎

El Hrad Devín. A algo más de 10 kilómetros del centro histórico de Bratislava se alza esta fortaleza que, si bien existen versiones divergentes, buena parte de los historiadores creen que data del siglo VIII. Si bien el Castillo se encuentra en ruinas, se trata de un lugar histórico que merece una visita. Ubicado en lo alto de un peñasco, en una zona fronteriza por naturaleza, fue durante mucho tiempo una fortaleza para guarecer a la población local de los ataques enemigos.

Además, se encuentra en un enclave privilegiado donde las aguas del Río Morava se encuentran con las del Río Danubio, donde las aguas más negras del primero se mezclan con las menos oscuras del segundo, por lo que la panorámica que se obtiene desde el Castillo de Devín es espectacular. 

Para llegar al Castillo de Devín desde el centro de Bratislava puedes tomar el bus número 29 o un barco en el Danubio.

Las mejores vistas de la ciudad: 👀

En mi opinión, las estampas más bellas de la ciudad son con el Castillo de Bratislava de fondo. Por ello, el mejor área para obtener una panorámica completa de la villa es desde la otra orilla del Danubio, en las inmediaciones del Puente Most SNP. Desde allí podrás vislumbrar en plenitud la belleza de la capital eslovaca.

III. Qué comer en Bratislava:

Una comida: 🍲

El Bryndzové Halušky, bolas de patata similares a los ñoquis cubiertas de queso de oveja de tipo bryndza -típico de Eslovaquia- y con tacos de beicon frito. 

Un dulce: 🎂

Los Pečené Buchty, una especie de bizcochos rellenos de mermelada horneados, y los Parené Buchty, otra variante de estos bizcochos cuando en lugar de hornearse se cuecen en agua y se sirven con mantequilla derretida y con semillas de amapola o polvo de cacao.

IV. Qué beber en Bratislava:

Una bebida: ☕

Si bien se trata de una zona prolija en bebidas, me quedaría con la cerveza. Las dos más populares del país son las rubias Šariš y Zlatý Bažant. Si bien ambas enseñas pertenecen en la actualidad a grandes multinacionales, continúan siendo deliciosas y aún mantienen ese especial aroma de las cervezas eslovacas.

V. Dónde comer en Bratislava:

4 restaurantes: 🍴

Con vistas: UFO: Construido sobre los pilares del Puente Most SNP, en una especie de platillo volante sobre las alturas, el UFO es un restaurante panorámico desde el que se obtienen unas espectaculares estampas de Bratislava. Localizado al lado del Danubio, ofrece, aparte de dichas inmejorables vistas, una excelente cocina moderna internacional con algunos guiños a la gastronomía local, así como a la asiática. Como curiosidad, su barra es en la actualidad el hogar de la famosa estatua de bronce del paparazzi. Lugar ideal también para tomar una copa.
Most SNP, Bratislava.
Precio: €€€€

Un clásico: Slovak Pub: Próximo al Grasalkovičov Palác, el Slovak Pub es uno de esos establecimientos que siempre está lleno hasta la bandera. Sus bajos precios y la calidad de su comida, hacen de este restaurante una apuesta más que segura. Si quieres probar lo mejor de la gastronomía local y el Bryndzové Halušky, su plato estrella, y además quieres degustar auténtica cerveza eslovaca, no lo dudes, éste es tu sitio.
Obchodná 62Bratislava.
Precio: €

El favorito de los locales: Cafe Verne: Su decoración vintage y sus precios tremendamente competitivos han convertido a este restaurante en el preferido de los jóvenes locales. Prepara una muy interesante cocina de raíces eslovacas y húngaras en un entorno adorable. Tiene también una terraza muy agradable. Se encuentra en la Plaza Hviezdoslavovo Námestie, una de las más céntricas de la ciudad, y muy cerca también de la Catedral de Bratislava.
Hviezdoslavovo Námestie 18Bratislava.
Precio: €

Si echas de menos la comida española: Mecheche: Cercano a la Hlavné Námestie y vecino de la Galéria Nedbalka, sirve con ingente éxito tapas y pinchos que te recordarán a España, pero también platos internacionales. De enorme popularidad en Bratislava, es uno de los restaurantes mejor valorados por la población local. Grata sorpresa.
Nedbalova 12, Bratislava.
Precio: €€-€€€

2 templos de dulces: 🍫

Konditorei Kormuth: Es una pastelería de ensueño. Ubicada al lado de la Hlavné Námestie, es una cafetería de las más bellas que he visitado en mi vida. Espectaculares frescos sobre sus techos y paredes, vajillas de porcelana y cubiertos dorados, y un servicio impecable hacen de este café uno de los más elegantes y refinados del mundo. Pero es que, además, sus pasteles son celestiales. 
Sedlárska 8, Bratislava.
Precio: €€€€

Kaffee Mayer: Sito en la plaza central de Bratislava, el Kaffee Mayer es uno de los establecimientos más emblemáticos de la ciudad. Inaugurado en 1913 a imagen y semejanza de los elegantes y clásicos cafés austriacos, es un lugar ideal para tomar uno de sus afamados dulces disfrutando de un entorno armonioso y confortable. Es lo más parecido a estar en Viena estando en Eslovaquia. 

Hlavné Námestie 4, Bratislava.
Precio: €€-€€€

VI. Qué hacer en Bratislava:

2 museos imprescindibles: 🎨

Múzeum Mesta Bratislavy: Es una de las exposiciones más interesantes de Bratislava. Se trata de un museo a la antigua usanza ubicado en el corazón de la ciudad y que te sorprenderá si eres un amante de la historia y te gusta conocer los lugares que visitas. De este modo, documenta y explica con tino la historia de la ciudad. Está considerado como el museo en funcionamiento más antiguo de Eslovaquia.
Radnicná Ulica 1Bratislava.

Galéria Nedbalka: Ubicado en un precioso edificio, que ya de por sí merece una visita tanto por sus exteriores como por su interiorismo -su construcción recuerda a la de los grandes museos de arte moderno del mundo-, expone lo mejor del arte eslovaco desde el siglo XIX hasta nuestros días. Muy interesante.
Nedbalova Ulica 17Bratislava.

VII. Excursiones desde Bratislava:

2 excursiones recomendables: 🚌

Červený Kameň: A unos 40 kilómetros de distancia de la capital eslovaca, se alza el Castillo de Červený Kameň, cuya estructura actual procede del siglo XVI y que es uno de los mejor conservados del país centroeuropeo. Como curiosidad y si bien es de color blanco, su nombre significa 'Piedra Roja'. En su interior alberga un interesante museo con mobiliario original. De regreso a Bratislava, te recomiendo detenerte en los pueblecitos de Modra, Pezinok Svätý Jur. Te gustarán. 

Bojnice: El Castillo de Bojnice resulta sorprendente por su belleza. La primera piedra para su edificación se puso en el siglo XII y fue posteriormente reconstruido en el siglo XIX. Por su estilo y espectacularidad recuerda a los Castillos del Loira franceses. Es majestuoso. El único pero es que se encuentra a unos 170 kilómetros de Bratislava. Pero merece la pena. Tendrás ocasión de conocer otra Eslovaquia distinta a la de la capital. En el camino de vuelta, te sugiero desviarte para ver la localidad de Banská Štiavnica, un precioso pueblo medieval Patrimonio Mundial de la Humanidad según la Unesco, y que se alzó sobre el caldero de un antiguo volcán.

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